Los Millennials, cada vez más afectados por el burnout laboral

Sólo el 15,2% de quienes pertenecen a esta generación y padecen este mal es feliz en su trabajo. Estos jóvenes tienen menor orgullo de pertenecer a su empresa, no se sienten valorados y no están conformes con su sueldo

Edición Impresa

El burnout, o síndrome de la cabeza quemada, hace ya tiempo que parece no reconocer clases sociales y, si bien estuvo siempre vinculado a los trabajadores de la salud, tampoco oficio o profesión. Lo que parece discriminar claramente son las edades de sus víctimas, dado que la mayoría de quienes padecen esta forma de estrés laboral son en su mayoría los jóvenes encuadrados dentro de la generación Millennials.

Esa, al menos, es una de las principales conclusiones del trabajo del Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales de la Universidad Siglo 21, difundido en los últimos días y según la cual -luego de una investigación que analiza el burnout en diferentes generaciones de argentinos- el gran agotamiento impacta mayoritariamente en la felicidad de los Millennials.

En tren de catalogar como este mal del siglo XXI afecta a las distintas generaciones, el estudio precisa que, en los trabajadores Millennials con burnout, tan solo el 15,2% es feliz en su trabajo, seguido por los integrantes de la Generación X (26,1%) y los Baby Boomers (41%).

Como se sabe, las principales características del burnout son pérdida de energía, sensación de desvalorización de sus tareas, sensación de conflictividad interpersonal y percepción de que no se tienen las competencias que su puesto requiere para hacer frente al estrés laboral. A su vez, tiene consecuencias en los niveles de productividad, creatividad, accidentología y presentismo. Tanto es así que el año pasado la Organización Mundial de la Salud la incluyó en la Clasificación Internacional de Enfermedades como un problema asociado al empleo.

Los resultados más importantes del estudio reflejan que los Millennials con alto burnout están menos satisfechos con el reconocimiento que reciben por su esfuerzo y la valoración de sus superiores por sus contribuciones individuales a la organización. Solo el 18,6% de esta generación se encuentra satisfecho y únicamente el 24,3% se manifiesta de acuerdo con el reconocimiento por sus logros.

Tres de cada diez Millennials con niveles superiores de este síndrome se encuentra desbordados e insatisfechos por la tarea (32,9%). Además, solo el 34,2% siente que puede hacer uso de sus habilidades y apenas el 16% de jóvenes con burnout se siente valorado por la empresa para la que trabaja.

“Es necesario desconectar, esto es dejar de responder mails y mirar redes sociales. El ejercicio y las reuniones sociales, por ejemplo, son actividades que contribuyen a la recuperación del organismo”

Leonardo Medrano
Observatorio de tendencias Sociales la Universidad Siglo 21

 

Únicamente el 33,3% de Millennials con burnout alto se siente orgulloso de pertenecer a la empresa donde ejerce su profesión, frente al 43,2% de generación X y el 54,7% de Babyboomers.

Claro que no todas las cifras son negativas: los llamados Millennials “burned-outs” están más satisfechos con la colaboración en los equipos laborales que otras generaciones (43%, frente al 39,4% de la generación X y el 34,2% de los Baby Boomers). En términos generales, según estos datos, los jóvenes trabajadores con burnout tienen menor orgullo y sentimiento de pertenencia con su ámbito institucional, no se sienten valorados y son los menos satisfechos económicamente, en comparación con otras generaciones.

Por supuesto que el burnout no es un síndrome que afecte exclusivamente a los Millennials. Actualmente se estima que el 41% de los argentinos sufre agotamiento laboral o burnout, que se presenta como se dijo con síntomas como la dificultad para relajarse y realizar otras actividades después del trabajo y un sentimiento de desmotivación.

Leonardo Medrano, quien dirige el Observatorio de la Universidad Siglo 21, explicó que el estrés es una respuesta del organismo que ocurre cuando una persona “percibe que la demanda supera los recursos que tiene. Como respuesta a esa demanda, el organismo libera hormonas que mejoran el rendimiento y dan un extra de energía. Hasta ahí es necesario y saludable, el problema es cuando el estrés se hace crónico”.

Se estima que las mujeres son más propensas a experimentar el burnout laboral

 

Lo más preocupante de este cuadro es que el estrés crónico tiene consecuencias, dado que es uno de los “predictores de la depresión”. Según el especialista, “quien tiene estrés crónico duplica las probabilidades de tener depresión en el futuro. Y la depresión es, a su vez, la principal causa de incapacidad en el mundo”.

Según los distintos trabajos que circulan sobre el tema, las mujeres son “más propensas” a experimentar el síndrome del “burnout” (13% versus 7%), diferencia que e explica por la dificultad de recuperarse emocionalmente luego del trabajo ya que, en general, continúan ejerciendo tareas en la casa.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE