A la guerra narco en El Palihue le suman sangre y tiros: “Un gil no me va a robar la droga”

Cayó un hombre de 33 años al que adjudican el intento de asesinato de un chico de 16, vinculado a un clan rival, un día antes de otro crimen

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“Se desarticuló en forma total la organización criminal dedicada a la venta de estupefacientes en esta ciudad”. A esa conclusión llegó ayer un investigador policial tras colocarle las esposas a un hombre de 33 años a quien se le adjudica el intento de homicidio de un adolescente de 16 años en la zona de El Palihue.

El vínculo entre las drogas y ese hecho registrado el 28 de marzo se estableció en función de otra hipótesis policial: al adolescente se lo vincula con Jorge Mujica, un hombre de 44 años que sería ejecutado un día después, en la madrugada del 29.

El chico se salvó de milagro en ese baño de sangre que en la Policía atribuyen a una disputa por el control del narco menudeo en esa área de Villa Elvira.

Según informó la Policía, el hombre acusado por balear al adolescente es Jonathan Núñez (33). Llevaba pocos días en el barrio tras purgar una condena de 4 años de prisión por un hecho de robo con privación ilegítima de la libertad.

Mientras él estaba preso, en el barrio habían pasado muchas cosas.

A su hermano Mauro (44) le atribuían parte del negocio en la zona y una disputa con Mujica. Ambos registraban antecedentes en causas por drogas y la figuración de Mauro iba en alza. Puntualmente, a mediados de 2018 trascendió un video en la que se lo veía bailar trap bajo una lluvia de billetes. Ya se hablaba del “Clan Núñez”.

Un año más tarde fue baleado por un chico de 15 años en 122 y 99, el mismo lugar de El Palihue donde unas semanas antes una topadora con impulso de la Policía había derribado una casa en la que, se indicó entonces, había funcionado un búnker.

Según las sospechas, Núñez fue asesinado en un hecho con aliento de alguien a quien habría afectado el negocio en la zona y en la esquina.

El chico involucrado con ese crimen fue entregado por la madre, pero como era inimputable de delitos, volvió a la calle.

Lo uniría un vínculo familiar con Mujica, el hombre que casi un año después (el 29 de marzo pasado) recibió un disparo en el pecho a metros de esa esquina.

El menor fue herido a dos cuadras de allí en 122 y 601, informó la Policía.

Siempre según la hipótesis de la pesquisa, esos dos hechos activaron una secuencia feroz en el barrio.

En aquellos días de abril y mayo, hubo incendio de viviendas y ataques a tiros. De eso hasta dio cuenta una investigación policial, que captó el momento en que dos adolescentes recorrían la calle, a metros de la plaza El Palihue disparando al aire y sonriendo.

Se sospecha que unos segundos antes habían atacado la casa de una hermana de los Núñez, quien en días posteriores abandonó el barrio.

Mientras intentaban detener la violencia en el barrio los policías de la comisaría de Villa Ponsati también buscaban al presunto agresor del chico, que salvó su vida por milagro, ya que la bala solo le rozó la cabeza.

La investigación que tiene instrucción de la fiscal penal María Eugenia Di Lorenzo, llevó a los pesquisas a una vivienda situada en 648 entre 20 y 21, Parque Sicardi.

Tenían pistas sobre la presencia allí del hombre que en marzo se jactaba de ser el nuevo “mandamás” del barrio por su vínculo familiar con quien había sido investigado como “uno de los mayores proveedores de drogas de esta Ciudad”.

Según el chico, ese hombre le efectuó varios disparos mientras le indicaba que “un gil no me va a robar la droga”. El chico fue llevado al Hospital y volvió rápido a la calle. El acusado por ese hecho se mudó al sur de la Ciudad. Ayer, Jonathan Núñez quedó detenido otra vez.

 

 

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