El asesinato de otro policía activó un nuevo reclamo por seguridad en el Conurbano
Edición Impresa | 16 de Octubre de 2020 | 03:23

Vecinos de Ramos Mejía se manifestaron ayer frente a la heladería donde antenoche fue asesinado a balazos Diego Alejandro Di Giácomo, un cabo de la Policía Federal Argentina (PFA) que intentó resistir un asalto.
Los vecinos se concentraron a media tarde en la heladería “Bianca”, situada en la esquina de Pedro Bonifacio Palacios y Bolívar, de Ramos Mejía, en el oeste del conurbano, donde expresaron la necesidad de que se extremen las medidas de seguridad en el barrio.
“Queremos justicia. Al muchacho este lo mataron como a un perro y nadie hace nada. Son unos desgraciados que no tienen respeto por nada ni por nadie. Estamos cansados”, dijo un vecino ante las cámaras de televisión.
Otro vecino también reclamó el esclarecimiento del crimen del policía Di Giácomo, por el cual aún no hay detenidos, y exigió a la Justicia que “haga lo imposible para que estos delincuentes sean encontrados y no salgan nunca más” de la cárcel.
“Hace 40 años que vivo en la zona y todos los días conocemos algún caso nuevo de vecinos que son asaltados. Necesitamos más seguridad, más control”, agregó el hombre.
El cabo, quien tenía 27 años, recibió dos disparos, uno en el pecho y otro en una pierna, según el resultado preliminar de la autopsia ayer por la tarde, informaron fuentes judiciales. Uno fue a la altura de la tetilla izquierda, con orificio de entrada y salida; y el otro en la pierna derecha, que le fracturó el fémur y quedó alojado allí, por lo que los peritos pudieron recuperar un plomo, dijeron los informantes.
Según las fuentes, el disparo del pecho fue efectuado de frente a la víctima y se estima que por las vainas secuestradas en la escena del crimen los delincuentes utilizaban armas 9 milímetros.
En tanto, los investigadores que actúan bajo las directivas del fiscal de Homicidios de La Matanza Marcos Borghi determinaron en las últimas horas que el auto encontrado incendiado en el barrio porteño de Nueva Pompeya fue el utilizado por los delincuentes que cometieron el crimen del policía.
Una fuente judicial confirmó que la patente había sido cambiada luego del robo del auto el 1 de octubre en La Matanza.
Di Giácomo había ingresado a la Federal en 2011 y actualmente se desempeñaba en el Departamento de Control Operativo.
“La verdad que yo no lo trataba. Era amigo de mi hija. Pero más allá de todo, es un hijo y este domingo es el Día de la Madre y esto arruina la familia… ¿Cuántas familias más van a tener que pasar por todo esto?”, dijo a la prensa Mauro, el dueño de la heladería “Bianca” de Ramos Mejía, donde el cabo se encontraba fuera de servicio cuando cerca de las 21.30 de anoche, entraron a robar cuatro delincuentes armados.
Ante esa situación, Di Giácomo se identificó como policía para evitar el robo pero fue baleado por los delincuentes y murió pocos después en el Policlínico Central de San Justo.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE