Sin límites, ahora la banda de los chanchos robó 27 lechones

El atraco se produjo en medio del reclamo de productores por una ola de casos en los últimos meses. Matan y faenan en el lugar

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Ni el refuerzo de las medidas de seguridad, ni el reclamo público de protección contra el delito pueden frenar a ladrones que parecen implacables en la zona de los criaderos de cerdos a la vera de la ruta 11, en uno de los extremos de La Plata y Berisso: antenoche, en la misma jornada en que los dueños de los establecimientos contaban el calvario que les toca en los últimos meses, los ladrones volvieron a pasar y se llevaron 27 lechones.

El nuevo atraco se produjo en el campo de cría situado a la altura del kilómetro 13,500 de la ruta 11, pasando el barrio La Hermosura. El propietario, Gustavo Heer le contó ayer a este diario que en la noche del miércoles, alrededor de las 23, ingresaron varias personas y “se llevaron 27 lechones. La modalidad fue la misma que la semana pasada”, le contó anoche Heer a este diario. El diálogo fue calcado al de la jornada anterior, cuando ese productor y otro del mimo ramo, Gustavo Masochi, denunciaban que llevaban contados seis robos en sus criaderos.

Ahora, Heer suma seis de los siete atracos que hubo en la zona en lo que va de 2020. Los delincuentes se llevaron, en total, 180 animales. El lote se conforma con lechones o ejemplares de hasta 80 kilos.

Según se calcula en todos los casos actuó la misma banda, conformada por varios ladrones que tienen conocimiento sobre el funcionamiento de los criaderos y de la forma más eficaz de robar: con un martillo golpean a los animales en la cabeza cuando los toman en el corral y luego les clavan un cuchillo en el cogote para asegurarse la muerte y el desangrado. La presunción de los dueños de dos establecimientos es que cerca de los campos hay un aguantadero donde los terminan de faenar. A veces, les quitan las vísceras en el mismo lugar del robo. La cadena, se calcula, termina en carnicerías de la Región.

La ola de atracos empezó a mediados de año. Primero, golpearon en uno de los campos, situado, en inmediaciones de 1 y 635. El propietario del lugar contrató un segundo cuidador y garantiza presencia constante al lado de los animales. De día y de noche.

Así, el delito parece haberse mudado al establecimiento situado unas diez cuadras más abajo. Donde hay sereno y cámaras de seguridad. Antenoche volvieron a tomar a los ladrones en su tarea.

La seguridad se refuerza y también la tensión. En las últimas semanas, se reportaron desde la zona enfrentamientos con tiros entre cuidadores y ladrones.

Ante una denuncia de Heer, la fiscal penal María Eugenia Di Lorenzo (UFI Nº 17) pidió que le envíen las actuaciones por los otros robos en la zona y ordenó medidas a la policía para avanzar en la investigación. “Es realmente llamativo, no se puede creer que a la misma persona le hayan robado seis veces en pocos meses”, contó ayer una fuente vinculada con la pesquisa.

 

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