Al mediodía y armado, atacó en una regalería del Centro
Edición Impresa | 27 de Octubre de 2020 | 04:32

Un audaz delincuente asaltó ayer por la tarde un comercio céntrico y escapó a pie, con una bolsa cargada con los elementos sustraídos y el arma entre sus ropas. La víctima fue una joven de 23 años que al ocurrir el hecho se encontraba sola detrás del mostrador. “Por suerte, no le hizo, más que amenazarla y hacerla subir al altillo”, contó Matías, hermano de María Belén, la joven asustada pero ilesa.
Según explicó el familiar de la damnificada, “el tipo entró porque la vio que no había nadie con ella en ese instante”. Faltaban algunos minutos para las 16 y el movimiento en la calle era intenso. La boutique “Bella Donna”, situada en 6 entre 49 y 50, cuenta con una cerradura magnética que se activa desde el sector de la caja. Y cuando el hombre llamó, María Belén no sospechó que podría tratarse de un delincuente.
El recién llegado aparentaba entre “30 a 35 años”, vestía una campera oscura, una gorra roja y negra con visera, un pantalón de jogging gris y zapatillas blancas. Primero, simuló ser un cliente y consultó por el precio de unas cadenitas que estaban exhibidas en un escaparate. Aunque no tardó mucho en mostrar sus verdaderas intenciones: mientras la vendedora le detallaba el valor, sacó un arma de fuego y le apuntó mientras le exigía la entrega de dinero. “La amenazó, pero no la golpeó ni le hizo nada raro”, comentó Matías.
La muchacha no se resistió y retrocedió algunos pasos hasta el fondo del local, donde tenía la cartera. Le sustrajo todo el dinero que tenía en la billetera -unos dos mil pesos- y después cargó en una bolsa verde 15 relojes marca “Lemon”, 20 pares de aros de plata y 10 anillos dorados (enchapados) que estaba en una caja. Sospechan que el ladrón estaba nervioso o era inexperto, porque “no se llevó el efectivo de la caja, ni el celular de la chica ni la notebook que estaba en el mostrador”, indicaron. Por otro lado, mientras se encontraba en plena faena, “hubo gente que se acercó a la vidriera a mirar y parece que eso lo apuró para irse”, señaló Matías.
Antes de huir de la escena, el asaltante la obligó a subir la escalera que lleva al altillo del comercio y funciona como una suerte de depósito. Por ese motivo, la joven no pudo observar la dirección que tomaría el malviviente para abandonar las inmediaciones.
Sin embargo, él nunca supo que toda la secuencia había sido filmada por las cámaras de seguridad instaladas en el interior del negocio. Incluso sus pasos en el exterior también quedaron grabados por el sistema de monitoreo comunal (COM). Las imágenes quedaron a resguardo de la Policía, que con lo recabado tras el trabajo de personal de la Científica serán cruciales para dar con el autor del robo. En la comisaría primera ya tenían alguna pista en estudio anoche.
“Estamos acá hace unos dos años y nunca nos asaltaron en ese tiempo”, refirió Matías en diálogo con este diario.
Los comerciantes linderos no vieron ni oyeron el atraco. “Nos dimos cuenta de que algo pasaba cuando vinieron los patrulleros y frenaron acá”, explicó un vecino del local.
Asimismo, se destacó en la zona que “es raro que vengan a robar a esta parte (de la Ciudad) durante el día. Los casos que hemos tenido fueron siempre de noche”, bajo la modalidad escruche.
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