La calidad y nitidez de las imágenes pueden ser determinantes para su utilización como prueba

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A los efectos judiciales, las grabaciones de hechos delictivos realizadas por cámaras de seguridad -instaladas por particulares o por la Municipalidad- “son pruebas importantísimas para una investigación”, reveló una fuente de la Justicia consultada por este medio. “Son de valor probatorio (en un juicio), aunque siempre depende de la nitidez que aporte la imagen y de lo que logre captar del episodio en sí”, agregó.

En algunos casos, remarcó, las filmaciones son “la prueba dirimente de toda la causa”.

Hay que destacar que los videos tomados por los sistemas de vigilancia no son los únicos que se usan en instancias judiciales o en las pesquisas de los delitos. “Las filmaciones hechas por teléfonos celulares también pueden servir”, explicó el vocero consultado. Aunque aclaró: “Siempre que tengan una calidad de imagen adecuada”. Por otra parte, señaló que en forma reciente “se logró un acuerdo para que se pueda acceder al material fílmico de las cámaras de capital federal por los casos de gente que se profuga después de un delito cometido en la provincia de Buenos Aires hacia la capital”.

Con todo, puede ocurrir que la defensa de un presunto delincuente “incurra en un planteo que cuestione la autenticidad del video, para lo cual éste se perita”, continuó. “Como toda prueba se litiga, la defensa está en su derecho de cuestionar tanto la pertinencia -es decir, la utilidad de la grabación- como la acreditación, esto es, la credibilidad de la misma a partir de la trazabilidad de su origen”, detalló. En esas situaciones, todo depende de la autenticidad del material y de lo que muestre.

 

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