Tras regresar a la Casa Blanca, Trump anima a la gente a salir
Edición Impresa | 6 de Octubre de 2020 | 02:49

WASHINGTON
El presidente de EE UU, Donald Trump, insinuó ayer tras dejar el hospital que ya es inmune al coronavirus y animó a la gente a salir y no temerle al COVID-19 al escenificar un regreso triunfal a la Casa Blanca.
“Sé que hay un peligro, hay un riesgo, pero eso está bien. Ahora estoy mejor, quizás soy inmune, no lo sé. Pero no dejen (que el virus) domine sus vidas, salgan, tengan cuidado”, dijo Trump en un video grabado justo al llegar a la Casa Blanca y compartido en Twitter.
Trump, de hecho, difundió dos videos en su red social favorita, el primero de imágenes de su llegada en helicóptero a la Casa Blanca con música heroica de fondo y el segundo de un breve discurso grabado minutos después del aterrizaje.
“He aprendido muchas cosas sobre el coronavirus y hay una cosa cierta: no dejen que los domine, no le tengan miedo, lo vencerán, tenemos los mejores equipos médicos, los mejores medicamentos, y lo derrotarán”, aseguró el presidente.
“Fui (el viernes al hospital), no me sentía muy bien -añadió-, y hace dos días, me podría haber ido hace dos días, hace dos días ya estaba muy bien, mejor de lo que estado en mucho tiempo”, dijo.
Trump escenificó así un regreso triunfal a la Casa Blanca tras su breve hospitalización de tres días para tratarse de COVID-19, una enfermedad que en EE UU se ha cobrado ya más de 210.000 vidas, más que en ningún otro país en el mundo.
PRUDENCIA DEL MÉDICO
Pese a ese triunfalismo, el médico del presidente, Sean Conley, reconoció que el mandatario “no está fuera de peligro” y que se encuentra de hecho en un “terreno no explorado” por otros pacientes de COVID-19 debido al tipo de tratamiento que ha recibido.
También aseguró que “en la Casa Blanca tendrá un personal médico prestigioso a su disposición las 24 horas del día” como si siguiese en el hospital.
SALIDA DE ALTA
Trump salió caminando del hospital y prometió reanudar “pronto” su campaña para las elecciones del 3 de noviembre.
Minutos después de abordar el helicóptero Marine One en medio de los gritos de “¡Cuatro años más!” de sus partidarios, apostados en la entrada del centro médico militar Walter Reed en las afueras de Washington, Trump estaba de regreso en la Casa Blanca, donde se quitó el barbijo y levantó el pulgar frente a las cámaras de TV que trasmitían en vivo.
En la recta final de una tensa carrera en la que aparece rezagado en las encuestas frente a su rival demócrata, Joe Biden, el presidente republicano está ansioso por demostrar que venció personalmente al coronavirus.
“¡Volveremos pronto a la campaña!”, dijo en un tuit. “Estoy mejor que hace 20 años!”, afirmó en otro.
La pandemia, que golpeó duramente la economía de la primera potencia mundial desde su aparición en China a fines de 2019, es una de las principales preocupaciones en el país a pesar de los intentos de Trump por minimizarla.
El mandatario fue tratado con el potente cortidoide dexametasona, generalmente asociado con casos graves de COVID-19, y dos terapias experimentales (el de la empresa biotecnológica Regeneron y el antiviral remdesivir). Además, se le dio oxígeno adicional el viernes, algo que inicialmente los médicos no revelaron.
Salir del hospital no supondrá sin embargo que Trump pueda volver inmediatamente a su rutina anterior de giras y mitines. Y la Casa Blanca, donde su salud será supervisada de cerca las 24 horas del día, no parece ser un lugar libre de coronavirus.
La portavoz de Trump, Kayleigh McEnany, se convirtió ayer en el último caso positivo en el círculo cercano de Trump desde el anuncio el jueves del contagio de la asistente presidencial Hope Hicks, que hizo encender las alarmas.
Otros casos positivos cercanos a Trump incluyen a su esposa Melania, su jefe de campaña Bill Stepien, dos de los asistentes de McEnany según los medios locales, y más de media docena de personas más del círculo del presidente, tanto dentro como fuera de la Casa Blanca.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE