Provincia apura el operativo de vacunación y los docentes tendrán prioridad

El Gobierno quiere que reciban las dosis en febrero. Para abril de 2021 ya habría 6 millones de bonaerenses vacunados

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José Maldonado

jmaldonado@eldia.com

El gobierno bonaerense aspira tener para fines de febrero próximo a toda la población de docentes y trabajadores de la educación vacunada, con el objetivo de poder comenzar el ciclo lectivo 2021 en marzo con modalidad presencial para el cien por ciento de los alumnos y en todas las escuelas.

Ese es uno de los objetivos centrales que se planteó en los últimos días el gobierno de Axel Kicillof, mientras espera la aprobación final para los desarrollos de las vacunas contra el COVID-19, y a partir del trabajo que está haciendo el gabinete de salud en el diseño de un operativo de vacunación que será inédito en la historia de la Provincia, según pudo saber EL DÍA.

Si todo sale como lo vienen planeando en el gobierno bonaerense, la campaña comenzará en los primeros días del año y prevé alcanzar, en un plazo de entre dos y cuatro meses, a una población de seis millones de personas que integran los grupos de riesgo: mayores de 60 años, con enfermedades prevalentes, personal de salud y de seguridad.

Pero fundamentalmente, se priorizará a los docentes y trabajadores de la educación, dijeron ayer fuentes de la Provincia. La idea es usar el mes de enero y febrero para aplicar las dos dosis a todos los maestros, de forma tal que en marzo puedan volver a ponerse al frente de las aulas, en un regreso a la presencialidad.

Para duplicar la cantidad de puntos de vacunación, se prevé usar las escuelas, que cuentan con espacios abiertos para que quienes vayan a recibir la dosis puedan hacer filas y entregar la información necesaria para el seguimiento.

De todas formas, en la Gobernación y en el equipo de asesores del ministro de Salud Daniel Gollan trabajan en un sistema de turnos y en una modificación sustancial: se pasará a retiro a la libreta de vacunación en papel y se entregará una credencial que contendrá un código QR para hacer el seguimiento de los pacientes, según pudo saber este diario.

En la Gobernación bonaerense estiman que antes de fin de año podrían contar con dos de las cerca de diez vacunas que están en la fase 3 de desarrollo y con la que hay negociaciones entabladas.

La principales es la Sputnik V, la famosa vacuna rusa del laboratorio Gamaleya. La Provincia tuvo un rol fundamental en las negociaciones que terminaron de cerrarse en el viaje que encabezó la secretaria de Acceso a la Salud Carla Vizzotti y las reuniones con el fondo soberano ruso. Por eso, se prevé contar con acceso a una gran cantidad de dosis.

La otra, es la del laboratorio Pfizer, que ayer informó resultados excelentes en términos de efectividad para las pruebas de la última fase: el 90 por ciento de los vacunados generó anticuerpos, un anuncio que disparó las expectativa con respecto a los plazos de aprobación definitiva por parte de la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología) para que pueda comenzar a aplicarse.

La farmacéutica estadounidense prometió la entrega de cerca de un millón de dosis para que sean aplicadas en Argentina.

Cada una de las vacunas supone un desafío técnico diferente. En el caso de la de Pfizer, que sería la primera en llegar, la complicación reside en que requiere una temperatura de conservación de menos 70 grados centígrados. Para eso, se necesitan freezer especiales que están en hospitales, universidades y centro de investigación concentrados en el AMBA y La Plata.

“Trabajamos en la logística para que puedan llegar a toda la Provincia”, dijeron ayer en la cartera sanitaria. “Lo positivo, es que según la última información que tenemos, la vacuna sigue activa cinco días después de perder ese nivel de frío”, agregaron.

“Es bueno tener dos o tres posibles fuentes, porque quizá una de ellas no llega”, dijo ayer el viceministro de Salud Nicolás Kreplak. Y detalló que “hay un pequeño acuerdo con Pfizer para una poquita cantidad porque la mayoría ya estaba reservada por otros países del mundo”, al tiempo que señaló que con las vacunas de AstraZeneca y Sputnik V existe “un acuerdo para una cantidad interesante”.

En ese marco, el jefe de Asesores del Ministerio de Salud, Enio García, destacó ayer que si bien las primeras que podrían aplicarse serían las de Pfizer y la rusa, la idea es poder comprar más dosis a otros laboratorios para llegar al objetivo de vacunar “a toda la población posible, para generar el efecto de inmunidad de rebaño, que se logra cuando se vacuna al 60, 70 por ciento de la población”.

 

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