¿Por qué las aguas del Río de la Plata tienen una extraña tonalidad verdosa?
Edición Impresa | 13 de Noviembre de 2020 | 05:21

Llamó la atención, desde el Delta del Tigre hasta la altura de Puerto Madero, el color verde azulino que presentaba ayer el Río de la Plata. Según indicaron especialistas, esa apariencia de las aguas respondió a la presencia de cianobacterias, producidas por algas que poseen un alto grado de contaminación y contienen baja cantidad de oxígeno.
Se trata, de acuerdo a lo señalado por expertos, de un fenómeno que puede ocurrir en estos meses de más elevadas temperaturas y mayor luz y que llegue a manifestarse en las costas de nuestra región dependerá de las corrientes del río, que traigan las floraciones aguas abajo.
Frente a esta situación, el ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación convocó para el próximo lunes a un equipo de expertos de la Universidad de Buenos Aires; el Conicet; la empresa proveedora de agua AYSA; y de varios institutos de investigación abocados al tema de la “floración algal”, a fin de medir los niveles de toxicidad de las aguas y los pasos a seguir en caso que el fenómeno se prolongue en el tiempo, anticipó el secretario de Control y Monitoreo Ambiental de la Nación, Sergio Federovisky.
“La floración de algas azul verdosas, o cianobacterias, está directamente relacionada con la presión de nutrientes orgánicos, principalmente de fósforo y nitrógeno, en el agua en combinación con temperaturas altas”, explicó el funcionario, quien añadió que se trata de “bacterias que se alimentan de esa materia orgánica con la que pueden realizar una fotosíntesis muy particular, y el exceso de esos nutrientes en el agua permite una floración exagerada de esas algas, por eso las aguas se tornan de color azul-celeste o verdosa”, indicó Federovisky, biólogo especializado en temas de ecología.
Federovisky contextualizó el fenómeno en la situación de sequía y bajante de los ríos que se produjeron este año, y sobre todo en la gran cantidad de desechos cloacales, industriales, fertilizantes y pesticidas que se vuelcan a los cursos de agua, que elevan el nivel de contaminación.
Una situación similar se produjo hace casi ocho años, cuando el 28 de noviembre de 2012 las aguas del río también se tiñeron de un tono verdoso, y al igual que ayer, despertaron la curiosidad y preocupación de los habitantes de Puerto Madero y de las zonas ribereñas del norte del Gran Buenos Aires.
La Brigada de Control Ambiental trabaja con AySA, con las autoridades ambientales bonaerenses y con el municipio de Tigre para tratar, en el caso que fuera posible y necesario, de identificar si hay una o varias fuentes de contaminación, dijo Federovisky.
“Lo que yo consideraría más probable es que haya varias fuentes que al sumarse hacen que el agua tenga una carga orgánica superior a lo normal”, agregó.
Sobre la extensión del fenómeno en el tiempo, Federovisky explicó que “dependerá de la temperatura y de la presencia de nutrientes en el agua. Si esa presencia exagerada de materia orgánica en el agua persiste en el tiempo, seguramente van a persistir las bacterias también”, explicó.
El funcionario advirtió que el tema es preocupante “si alguien ingresa al agua o ingiere agua directamente sin potabilizar con presencia de esas bacterias porque contienen toxinas que puede llegar a ser peligrosas”, afirmó.
En este sentido, la municipalidad de San Fernando, recomendó a sus vecinos: “debido a la presencia de aguas de tonalidad verdosa en algunos ríos y arroyos del Delta, solicitamos a la población no utilizar su agua para consumo humano o animales, ni para higiene personal”.
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