Los pibes le cambiaron la cara a River, que se quedó con todo

Un gol convertido por el juvenil Federico Girotti, a los 29 minutos del segundo tiempo, en la primera pelota que tocó luego de ingresar en lugar de Pratto, le aseguró anoche a River un triunfo por 1-0 como visitante de Godoy Cruz que instaló al Millo como escoltas de Banfield.

La ventaja corrió serio riesgo cuatro minutos después de concretarse por una mano penal de Casco, que al final quedó en la nada porque Enrique Bologna se quedó con la ejecución de Tomás Badaloni.

Las bajas motivadas por la convocatoria de medio equipo para jugar la doble fecha de las Eliminatorias, más un positivo por coronavirus y un lesionado, determinaron una renovación total de River en su viaje a Mendoza para visitar a Godoy Cruz. El partido se jugó en el estadio Malvinas Argentinas, y Marcelo Gallardo, quien parece haber

El arco de enfrente fue el objetivo principal de los dos, que se movieron como si el equipo puesto en cancha no fuera de emergencia, en el caso de los Millonarios, y como si no hubiera perdido en las dos primeras fechas del certamen, el Tomba. En ambos casos, la movilidad fue un sello; mientras que ciertos desequilibrios defensivos, en River particularmente cuando retrocedió, determinaron complicaciones defensivas que permitieron imaginar que la apertura era inminente.

Las ausencias de Armani, Montiel, Robert Rojas, Paulo Díaz y Nicolás De La Cruz, afectados a los seleccionados de sus países de origen, más Ignacio (”Nacho”) Fernández, desgarrado, y el colombiano Rafael Santos Borré, con coronavirus, resultaron el punto de partida para variantes que dejaron ver, por ejemplo, a Bologna en el arco, a Milton Casco recostado sobre la derecha, el juvenil Sosa como primer marcador central, Angileri a cargo de la otra punta, el regreso de Ponzio y a Pratto como socio de Matías Suárez en el ataque.

En la etapa complementaria, el gol continuó siendo una promesa constante y aunque con la pelota siendo patrimonio de Godoy Cruz, River insistió con salidas rápidas desde el fondo, a partir del adelantamiento de los laterales y de pases filtrados de los volantes para los delanteros. El Tomba, con espacios libres, amenazó cada vez que cruzó la mitad del terreno.

Pisando la media hora, el juego decayó, y tras una mano de Pinola dentro del área, que el árbitro dejó pasar, los ingresos de Federico Girotti y Benjamín Rollheiser, refrescaron al conjunto Millonario y al partido mismo. Girotti convirtió el 1-0 en la primera pelota que todó a los 29 minutos, y aunque el Tomba pudo igualar con un penal cobrado por mano de Casco, Bologna se encargó de mantener la diferencia con una gran atajada.