Manuel B. Gonnet y Villa Castells: dos nombres que recuerdan a personalidades precursoras

Ambos tuvieron un rol protagónico en la conformación de esos barrios, donde la administración de tierra resultó clave

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Una compleja trama de compras y ventas de lotes en las chacras 22 y 23 del trazado fundacional platense, de la que participaron Luis Poncet, José Joaquín Ibarbia, Julio Guillerat, Juan Bautista Vattuene, Nicodemo Baralto, Ramón Paz y Manuel García Durán, precedieron al nacimiento de Gonnet, localidad ubicada unos cuatro kilómetros al norte del casco urbano platenses y que limita hacia el sur con Ringuelet, al este con las vías del ferrocarril Roca y el barrio de Villa Castells, al oeste con la localidad de José Hernández y al norte con City Bell.

En febrero de 1889, ante la inminente creación de la estación Adolfo Alsina en el flamante ramal entre La Plata y empalme Pereyra -hoy Villa Elisa-, los propietarios de terrenos se asociaron para promover la creación de un pueblo. Y anunciaron el nacimiento de la Villa Máximo Paz.

Fue recién en 1931 que la estación Alsina pasó a llamarse Manuel Bernardo Gonnet, como homenaje al jurista fallecido en 1927, quien había sido legislador y ministro de Obras Públicas de la Provincia de los gobernadores Carlos D’Amico y Máximo Paz. El tiempo, una vez más, hizo prevalecer el nombre de la estación y del pueblo circundante.

Gonnet había nacido el 20 de agosto de 1855 y se graduó de abogado en 1878. Según lo destaca el también abogado Enrique Basla, el luego destacado dirigente fue “un hombre convocado para la grandeza: nada menos que el doctor Aristóbulo del Valle lo inicia en la práctica forense haciendo de él su discípulo predilecto. La formación del doctor Gonnet y esa influencia juvenil, seguramente determinaron el derrotero de su vida que como su misma esposa María Quesada escribiera a poco de su fallecimiento, “estuvo dedicada al progreso de las instituciones jurídicas del país, a la defensa continua de los altos principios de ética profesional, haciéndolo con austeridad y sentido ejemplar”.

EVOLUCIÓN

El asentamiento en Gonnet del luego desaparecido Golf del Swift, que abarcaba un arbolado y magnífico predio ubicado entre los caminos Belgrano y Centenario, fue el paso inicial del posterior despegue de la localidad. Concretada la expropiación de ese lugar y la posterior construcción allí, a inicios de la década del 50, de la República de los Niños, Gonnet se convirtió en un polo de atracción para miles de visitantes que acudieron desde entonces a ese paseo.

La intensa actividad de varios clubes tradicionales asentados en la localidad -La Plata Rugby Club, Universitario, Santa Bárbara, además de varios y pujantes clubes de barrio, bibliotecas, iglesias y sociedades de fomento- motorizó también la presencia de miles de jóvenes, viéndose dinamizada la zona también con el asentamiento de varias plantas industriales. Cuenta además con una intensa vida nocturna, reflejada en decenas de boliches e instalada a lo largo del camino Centenario. Es claro que todo ello se vio acompañado, asimismo, por numerosos restaurantes, parrillas y confiterías.

Gonnet también es sede del principal campus de ciencia y tecnología de la provincia de Buenos Aires, perteneciente a la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC).

VILLA CASTELLS

Lindera a Gonnet, separada por las vías del ferrocarril Roca, surgió en 1909 un asentamiento de relieve promovido por el empresario de origen español don Luis Castells, que era propietario de un campo en esa zona y decidió lotear su propiedad, para crear allí la nueva barriada que hoy lleva el nombre de Villa Castells.

Con residencias históricas asentadas en terrenos muy amplios y un parcelamiento también destinado a chalets de clase media, Villa Castells no paró de crecer y hoy se extiende hacia la zona este, acercándose a la antes muy distante traza de la autopista La Plata-Buenos Aires. Varios colegios y comercios importantes le dan vida propia.

La casi ocupación plena de las tierras pertenecientes al casco de la vecina Gonnet ha influido para que, del otro lado del Centenario, Villa Castells se haya transformado en una alternativa excelente para muchas familias que quieren vivir lejos del conglomerado urbano y disfrutar así de un estilo de vida más agreste.

 

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