Sin aún reconocer su derrota, Trump aprueba el comienzo de la transición

La decisión del mandatario saliente permite el acceso a documentos importantes de interés nacional por parte de la nueva administración de Biden. En presidente electo reclamaba desde hace días avanzar en este sentido

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WASHINGTON

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, indicó ayer que ya no se opone a que su gobierno asista al equipo de transición de su rival Joe Biden, aunque sin reconocer su derrota, tras semanas aferrado a una batalla legal para impugnar los resultados.

Justo cuando Biden movió ficha con los anuncios de puestos claves para su gobierno, que comienza el 20 de enero, el mandatario saliente aceptó dar inicio al proceso de transición, que implica acceso a documentos para la nueva administración.

Trump tuiteó que la Administración General de Servicios debería “hacer lo que sea necesario” luego que la directora de la agencia, Emily Murphy, dijera que iba a iniciar el proceso, bloqueado hasta el momento.

El anuncio de Trump se produjo poco después de que se diera a conocer una carta enviada ayer por Murphy a Biden en la que certificaba su victoria.

Este reconocimiento por parte de la GSA era un trámite imprescindible para que Biden pueda tener acceso a recursos clave a fin de llevar a cabo la transición para gobernar.

En su misiva, la administradora de la GSA señaló que había determinado que el demócrata puede acceder a “los recursos post-electorales” para iniciar la transición.

“Me tomo este papel en serio y, debido a los acontecimientos recientes que han implicado retos legales y certificaciones de los resultados de las elecciones, le transmito esta carta hoy para hacer que esos recursos y servicios estén disponibles para usted”, dijo Murphy.

Defendió que su decisión es independiente, basada en la ley y los hechos, y negó haber recibido presiones por parte de la Casa Blanca respecto al momento de anunciar su resolución.

“Para ser clara -destacó-, no recibí ninguna instrucción para retrasar mi decisión. Sin embargo, sí que recibí amenazas online, por teléfono y por correo contra mi seguridad, la de mi familia, mi personal e incluso contra mis mascotas en un esfuerzo de coartar y hacer que adoptara esta decisión de forma prematura”.

No obstante defendió que siempre ha estado comprometida con la legalidad y recordó que su agencia no dirime disputas legales sobre los comicios, que deben resolver los procesos de certificación y los tribunales.

NO ADMITE LA DERROTA

Pero en el mismo mensaje en que dio luz verde a la transición, el mandatario republicano se negó a concederle la victoria a su rival y afirmó: “¡Nuestro caso sigue con fuerza, vamos a seguir sosteniendo una buena lucha y creo que vamos a ganar!”

Biden celebró el paso dado y lo describió como crucial para una “transferencia de poder pacífica”.

El demócrata anunció sus designaciones para varios cargos clave del gabinete, un equipo compuesto en su mayoría por veteranos del gobierno de Barack Obama que señalan un retorno a la política exterior tradicional de EE UU (ver aparte).

Muchos de los nombramientos que el gobierno demócrata planea deberán pasar por el Senado donde hasta ahora los republicanos tienen una ajustada mayoría.

MÁS REVESES PARA TRUMP

Con la certificación de los resultados en Michigan ayer, las esperanzas del mandatario republicano se desvanecieron casi por completo, sobre todo desde que su equipo perdió una batalla legal en curso en Pensilvania, que también se apresta a oficializar sus resultados.

El mandatario ha evitado a la prensa, marcando un fuerte contraste con su estrategia durante su gobierno, y ha reducido a la mínima expresión su agenda pública.

Si bien los resultados muestran que Biden obtuvo una cómoda mayoría, las tácticas de Trump apuntan a perturbar los procesos de certificación de los diferentes estados de cara al voto formal del Colegio Electoral el 14 de diciembre.

Trump ha ido perdiendo apoyos en los últimos días y poco a poco aparecen grietas entre los republicanos: el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie -que fue un cercano confidente del presidente- marcó distancia y se refirió al equipo legal de Trump como una “vergüenza nacional”.

El senador por Pensilvania Patrick Toomey dijo después de la decisión judicial que Trump había agotado “todas las opciones legales plausibles”.

El último peso pesado en descolgarse y en presionar a Trump para que acepte los resultados fue Stephen Schwarzman, un banquero que dirige el fondo privado Blackstone y que fue muy cercano al mandatario. “El país debería pasar página”, aseguró. (AFP, AP y EFE)

 

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