Los alquileres comerciales empiezan a moverse aunque aún hay incertidumbre

En las inmobiliarias afirman que hay más consultas y visitas a locales que en los meses previos, sobre todo en el ámbito gastronómico. Aseguran que por la cantidad de locales vacíos los propietarios son más “flexibles”

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Con la rehabilitación de más actividades económicas, en las inmobiliarias empezó a registrarse una creciente demanda de locales comerciales, aunque se aclaró que el movimiento es moderado y está mayormente vinculado al ámbito gastronómico. Los precios de los alquileres experimentan bajas de entre un 20 y un 30 por ciento o se mantienen prácticamente igual que en marzo pasado, antes de que se declarara la pandemia.

Estela Valverde, al frente de una inmobiliaria local, asegura que se están alquilando locales medianos y chicos, fundamentalmente para emprendimientos gastronómicos, dietéticas o barberías. En gran medida se trata de personas que perdieron su empleo y que con la indemnización intentan probar suerte de manera independiente y con lo mínimo necesario como para arrancar.

“Los propietarios piden valores más accesibles, si antes de la pandemia pedían por un local 110 mil pesos, ahora quieren 80 mil pesos; prefieren eso a tenerlos cerrados”, afirma la martillera para ejemplificar rebajas que van del 20 al 30 por ciento.

En tanto se consigna que por locales de dimensiones pequeñas se solicita entre 35 mil y 55 mil pesos. “Nosotros estamos alquilando locales, siempre la primavera es buena etapa para los emprendimientos gastronómicos, históricamente hay demanda entre julio y agosto, pero este año se retrasó por la pandemia”, apunta y agrega que, entre febrero y marzo, suelen recibirse consultas de quienes por ejemplo desean abrir consultorios, poner comercios vinculados a la tecnología o a la telefonía.

También con mucha experiencia en el rubro, Santiago Mamberto reconoce que los últimos meses dejaron un tendal de locales vacíos y que las mayores dificultades en el terreno inmobiliario se dieron en el ámbito de los alquileres comerciales.

“Hubo un gran cumplimiento de quienes alquilan viviendas, se renovaron los contratos y casi no hubo morosidad; pero en los locales comerciales fue diferente porque muchos estuvieron cerrados por demasiado tiempo, bajó el consumo de todo y se vieron obligados a entregar los locales”, señala el martillero.

Ante esa problemática, afirman, el rol de mediación de los martilleros fue esencial para llegar a acuerdos razonables en los que ninguna de las partes se viera muy perjudicada.

“Si alguien alquilaba un consultorio en el que atendía de lunes a viernes y durante estos meses estuvo cerrado o solo atendió un día, es razonable que no tenga el ingreso para pagar el mismo alquiler, por eso hubo que hablar con los propietarios y acordar medidas para superar este momento”, asegura Mamberto. El profesional considera que todavía van a pasar algunos meses hasta que las cosas se acomoden. En ese contexto, afirma que hay propietarios que debieron adaptarse a la nueva realidad y hacer grandes rebajas.

El martillero reconoce que el sector gastronómico fue uno de los más perjudicados por la cuarentena y por eso se medió para acordar pagos razonables vinculados a las facturaciones.

Afortunadamente el panorama parece corregirse por estos días en los que se reciben consultas y se pautan visitas.

Con relación a las ventas se indica que si bien es difícil cerrarlas, en general, hay más consultas y visitas que antes de la pandemia.

“Los locales comerciales céntricos se mantienen a precios históricos, fundamentalmente si son de rubros que no se vieron afectados como por ejemplo supermercados o ferreterías; pero los demás casi todos bajaron la facturación”, dice Mamberto.

La martillera Mirta Libera también nota un pequeño movimiento de reactivación, fundamentalmente de quienes antes de la pandemia tenían pensado encarar un emprendimiento y lo dejaron en suspenso por la cuarentena.

“Algunos cerraron definitivamente, están los que buscan para alquilar y otros que desean abrir de otra manera”, opina.

Lo que es innegable para la martillera es que en la Ciudad hay muchos locales vacíos y eso llevó a que los propietarios fueran más flexibles con los nuevos inquilinos. Un ejemplo de eso es que muchos valores no se modificaron en todo el año o hubo un pequeño ajuste, pero que nada tiene que ver con la inflación de estos meses.

“Se reactivó la demanda, más que nada en el rubro de la gastronomía o las dietéticas”, asegura Libera.

Es que aunque los indicadores no sean todavía muy contundentes, son buenas señales para un sector que es caja de resonancia de la severa crisis por la que viene atravesando el comercio desde hace años.

“Hay comerciantes que quedaron con muchas deudas, no saben si se podrán recuperar, pero apostarán a seguir si tienen el apoyo de los locadores”, asegura la martillera ante un panorama que todavía es bastante incierto y en el que, en el peor de los pronósticos, prevé puede llevar a que se produzcan más cierres.

10%
Más de locales comerciales vacíos hay en la CABA que en septiembre, según un relevamiento de la Cámara Argentina de Comercio. En relación a la prepandemia, la cifra es alarmante: la cantidad de locales en venta o alquiler mostró un alza de 263 por ciento en relación a la pre cuarentena.

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