Médicos y familiares directos se pusieron firmes para cuidar a Maradona
Edición Impresa | 7 de Noviembre de 2020 | 04:21

Los médicos de Diego Maradona, sus hijas Dalma y Giannina, y sus hermanas, consensuaron “ponerse firmes” con el técnico de Gimnasia para mejorar su salud, deteriorada por su adicción al alcohol y la dependencia a los psicofármacos, lo que derivó en un cuadro quirúrgico por un hematoma subdural en su cabeza.
Alfredo Cahe, histórico médico del “Diez”, fue convocado por el neurocirujano Leopoldo Luque, quien lo operó el pasado martes en la Clínica Olivos, y reconoció que Diego “es inmanejable” en el estado actual, al que comparó con el que tenía en el 2000 cuando lo llevó al sanatorio La Pradera, en Cuba, para internarlo por su adicción a la cocaína.
Así es que Luque, Cahe y la familia de Maradona acordaron “mantenerlo internado, buscar los mejores profesionales y definir cuál va a ser el tratamiento” que deba cumplir para su rehabilitación.
“Diego es muy difícil, pero intentamos ser más fuertes que él. Hay un tratamiento que es el agudo, a corto plazo, y otro a largo plazo. Necesita muchos cuidados. Se quiere ir a la casa, que es el cuento de nunca acabar. Pero seguirá internado”, avisó Luque en declaraciones a la prensa realizadas ayer. Y según se supo, por lo pronto Maradona pasará el fin de semana internado y el lunes se definirán los pasos a seguir.
“Diego está bien, se le están dando los medicamentos más acordes con este momento. Está sedado y se logró estabilizarle todo lo que tiene que ver con el sueño y con la alimentación, que son los dos parámetros importantes para su recuperación”, señalaron el psicólogo Carlos Díaz y la psiquiatra Agustina Cosachov, en breve diálogo con la prensa.
Después de transitar “una serenidad de tipo medicamentosa” en la Clínica Olivos, que se extenderá por los próximos días como quedó dicho anteriormente, los médicos y la familia le buscarán “un lugar adecuado” para que resida, probablemente cerca de sus vínculos afectivos más directos.
Vale decir que al momento de ser internado el lunes pasado, Diego vivía en una casa ubicada dentro de un barrio privado sobre la Ruta 2, que frecuentaban su abogado y representante, Matías Morla, su hija Jana, su ex pareja Verónica Ojeda -madre de su hijo, Diego Fernando- y otros allegados.
“Esta es una de las pocas veces que se le dice que no a Diego. Pensar un plan para tratarlo lo podemos pensar todos, parece sencillo. A mí se me critica, dicen que lo descuido, como si fuese el culpable. Trataremos de ser más fuertes que él, por ahora no le vamos a dar el alta, esta vez no le vamos a hacer caso a él”, se defendió Luque.
En uno de los últimos partes médicos, Luque informó sobre un cuadro de “abstinencia”, que según se supo está relacionado con “el alcohol y los psicofármacos”.
De esta manera, Diego seguirá internado y lo que más importa en este momento a sus familiares, es que su salud mejore. Por otro lado, el Club se ha puesto a disposición para lo que necesite, pero sobre su puesto como técnico de Gimnasia y la continuidad, es un tema que por ahora en calle 4 no se toca.
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