La fiscalización del ADA derivó en multas y un plan de obras para readecuar las plantas

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La Autoridad del Agua monitoreó la cuenca del arroyo Rodríguez, en sus distintos tramos. En la alta, zona semi rural, principalmente hortícola con invernaderos, algunas industrias y algunas viviendas, los parámetros analizados marcaron un “bajo impacto” por las actividades desarrolladas en la zona. Pero en el sector medio de la cuenca, se percibió el deterioro del agua, con “un aumento importante de carga orgánica”. Se observaron elevadas concentraciones de amonio, fósforo y coliformes fecales, aumentando también la salinidad de las aguas y la turbiedad. El curso es receptor de los efluentes industriales y de las plantas de tratamiento de barrios privados.

En la última estación monitoreada, donde finaliza la reserva protegida del Barrio Nirvana, el arroyo tiene una leve recuperación aunque se siguen observando altos valores de nitrógeno amoniacal, fósforo y muy bajo tenor de oxígeno disuelto. La calidad del curso fue “regular”.

Los lugares inspeccionados y de los cuales se pudo extraer muestra del efluente vertido al arroyo fueron Gleba, Frigorífico Gorina y los barrios privados Grand Bell y Roble del Bell que presentaron parámetros objetables con relación a la resolución 336/03, por lo que deberán acondicionar sus plantas de tratamiento. Tras las actuaciones por vuelcos indebidos deberán pagar multas el frigorífico Frigorina y los barrios cerrados Los Ceibos, Robles de Bell, Lomas de Bell y Grand Bell.

 

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