Manos a la obra
Edición Impresa | 6 de Diciembre de 2020 | 09:13

Cuando se dañan las superficies y los muebles comienzan a tambalear, muchas personas decretan que llegó el momento de deshacerse de ellos. Sin embargo, vale la pena mirar un poco más de cerca, ya que muchas veces es posible repararlos con unos pocos pasos.
ARAÑAZOS Y RAYONES EN LA MADERA:
Las marcas superficiales en el barniz pueden ser disimuladas con brillo para muebles o unos lápices especiales. Para las rajaduras más marcadas hay que usar cera.
BARNIZ DESCASCARADO:
Cuando el barniz del mueble es tan viejo que se desprende o descascara en varias partes, lo ideal es lijar toda la superficie. Esto también es necesario cuando está desteñida o muy sucia.
Una vez que se llega a la madera pura, hay que lijar y luego humedecer, por ejemplo, con una esponja con agua tibia, que ayuda a que los poros de la madera se ensanchen y vuelvan a absorber pintura. Antes de pintar, conviene volver a lijar con papel de lija de grano 220 ó 280 y cepillar.
PATAS DE MUEBLES QUE SE MUEVEN:
Las sillas de madera suelen volverse inestables con el tiempo. El pegamento de las conexiones cede y el respaldo y las patas de la silla comienzan a tambalearse.
En estos casos, lo mejor es desmontar el mueble por completo y volver a unir cada una de las partes. También hay que reemplazar las clavijas viejas por otras más nuevas que hagan juego.
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