Lleva 542 minutos sin hacer goles y se acerca a la peor racha de toda su historia

Las debilidades de Estudiantes en ataque, que se trasladan a su falta de gol, representan una preocupación muy grande en la presente versión con el sello de Leandro Desábato en la presente Copa Diego Maradona, que completó su primera etapa, la clasificatoria, que para el Pincha se completó sin anotaciones a favor tras los cruces, en condición de local y visitante, con San Lorenzo, Aldosivi y Argentinos.

Increíble la actualidad del conjunto albirrojo, que antes de comenzar el partido de anoche en La Paternal, había quedado sin posibilidades de acceder a la Fase Campeonato, hundido en la denominada Fase Complementación del certamen, reservada para los clubes ubicados en el tercer y cuarto escalón de cada uno de los seis grupos en que se organizó el campeonato que marcó el reinicio de la competencia oficial tras la cuarentena decretada por la pandemia de coronavirus.

Sumando los 90 minutos de cada uno de los seis partidos correspondientes a la etapa clasificatoria de la llamada Copa Diego Maradona, son 542 los minutos en los cuales el conjunto estudiantil no encontró la fórmula del gol, y aunque en realidad los goles en contra que lamentó lo ubican entre los equipos con arco menos vencidos, la imagen entregada quedó lejos de las expectativas mínimas. La peor racha de la historia en ese rubro es de 1992, cuando trepó a 640 minutos sin gritos, entre el fin del Clausura y el inicio del Apertura.

Además, el Pincha llegó a 12 partidos sin triunfos (computando el torneo regular y el encuentro de Copa Argentina ante Laferrere) y quedó a uno de los 13 sin ganar de 1956 (4 empates y 9 derrotas), en la que fue la peor racha de toda la era profesional del León.

El equipo que tras la renuncia de Gabriel Milito quedó en manos de Leandro Desábato convirtió un sólo gol, y para recordarlo es necesario remontarse hasta la última fecha de la Superliga ganada por Boca en el mano a mano contra River. Lo hizo Nahuel Estévez, contra Racing, en 57 y 1, a los 43 minutos del segundo tiempo, el 9 de marzo.

Casi nueve meses pasaron desde aquel grito que acortó la distancia en la caída 2-1 sufrida ante la Academia, poco antes de la interrupción de la competencia por el coronavirus, que en lo que respecta al Pincha, al margen del tiempo sin competencia, representó una renovación del plantel que se quedó sin un par de referentes, como Gastón Fernández y Jonatan Schunke, y una movida general, con altas y bajas, que teniendo en cuenta lo sucedido después, arrojó un saldo negativo.