La mujer de las bolsas de tela

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Graciela Galarza (57) es profesora de artes plásticas y fue la última en su hogar en sumarse a la tendencia #zerowaste. Hace dos años la hija se mudó a su casa cuando estaba embarazada de su tercer hijo y empezó a usar pañales de tela. Su marido, ya hacía compost y siempre tuvo huerta y mano verde.

“Entonces me pregunté qué hacía yo y arranqué con mis nietos a hacer ladrillos ecológicos”, rellena botellas de plástico con desechos reutilizables tales como sachet de leche, papel, y otros materiales reciclables.

Su última creación son las bolsas de tela para hacer mandados, que causan sensación entre sus compañeros de trabajo, y algo de impaciencia en comerciantes y vecinos. “Lleva más tiempo porque no uso las bolsas de nylon para cargar las verduras, pero me planto con mi sonrisa y de a poco se van habituando”, dice, quien se considera hija de la modernidad y de la revolución cubana, y nunca pensó que una acción individual como ésta le iba a resultar tan gratificante.

 

 

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