Fernando: la importancia del respaldo social para sus padres

Opinaron integrantes de Madres del Dolor y de Usina de Justicia, tras la marcha que el martes reunió a más de 100 mil personas

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Integrantes de la asociación Madres del Dolor y de Usina de Justicia coincidieron ayer en que el “acompañamiento de la sociedad” ante la pérdida de un hijo, como el que recibieron los padres de Fernando Báez Sosa, asesinado en Villa Gesell, durante la marcha del pasado martes es “fundamental” a la hora de juntar fuerzas para seguir adelante en busca de Justicia.

“Fernando fue el límite de tanto horror que superó las clases sociales, no es el pobre contra el rico sino la locura contra la locura misma, por eso tanta gente se conmovió por la magnitud de la saña”, dijo Silvia Fredes, madre de Martina Miranda, la adolescente de 16 años que murió en 2016 tras ser atropellada en el barrio porteño de Villa Crespo. Para Silvia, que integra la Asociación Civil Madres del Dolor, “la sociedad es una parte fundamental para que no sea silenciado tanto dolor” y “el acompañamiento es necesario, porque uno no se siente solo en la lucha de pedido de justicia”.

Lo mismo consideró Isabel Yaconis, integrante de la misma asociación y madre de Lucila, la adolescente de 17 años que fue asesinada cuando se resistió a un intento de violación en el barrio porteño de Núñez en 2003. “La reacción automática fue del barrio y de los vecinos”, recordó Isabel, quien aseguró que fueron ellos quienes le dieron “la primera contención, como está pasando con Fernando”.

Por su parte, Guillermo Bargna, de la organización Usina de Justicia y padre de Soledad, la joven de 19 años violada y asesinada en su departamento de Caballito en 2009, destacó “el apoyo que la sociedad le ha dado a los padres de Fernando”.

Ellos, dijo, tuvieron “el acompañamiento de los medios y de la sociedad, y así sentís que estar de pie en tan terrible tragedia cuesta un poco menos”.

En su caso particular, la madre de Martina dijo que el suicidio del autor del crimen, Damián Villanueva, dos días después de que atropellara a su hija y escapara, la dejó “sin esa parte de la lucha constante que sirve de muleta”.

La lucha por Justicia también sigue de manera incesante para Yaconis, quien desde hace casi 17 años busca saber quién asesinó a su hija.

“Con más de 100 mil personas en la plaza, el que tome decisiones va a usar bastante el criterio”

 

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