Sabina en casa: alta hospitalaria, reposo y rehabilitación para el cantautor

El español dejó la clínica a diez días de su caída y operación en Madrid, aunque la recuperación continúa

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El músico Joaquín Sabina ha recibido el alta hospitalaria y ya se encuentra en su casa tras ser operado de un hematoma intracraneal causado por su caída al foso durante un concierto en el WiZink Center en Madrid el 12 de febrero.

El cantautor ha salido de la planta del hospital Ruber Internacional, donde se encontraba desde el 18 de febrero, después de permanecer seis días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital.

Además del hematoma intracreneal por el que fue operado, Sabina sufrió ligeras fracturas en el hombro, por lo que deberá mantener reposo y necesitará rehabilitación.

Sabina ingresó en el Ruber Internacional el pasado 12 de febrero tras haber sufrido una caída accidental en el concierto que ofrecía junto a Joan Manuel Serrat.

El cantante presentaba “traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craeoencefálico” y fue intervenido quirúrgicamente para la “realización de evacuación de hematoma intracraneal en hemisferio derecho”, según el primer parte médico.

La caída del escenario tuvo lugar 30 minutos después de comenzar el concierto, cuando Sabina estaba sobre el escenario pronunciando unas palabras para presentar la canción de ‘Mediterráneo’.

En ese momento, tropezó y cayó al foso por lo que se dio un fuerte golpe al precipitarse a la zona que separa el escenario del público. Inmediatamente, fue atendido por el personal médico del recinto. Sabina se quejaba de un fuerte dolor en el hombro por lo que fue trasladado hasta este centro hospitalario de Madrid.

El accidente obligó a suspender el concierto, que fue aplazado al 22 de mayo, y le causó a Sabina “traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico”, según el diagnóstico de la clínica.

Mantenido durante la noche en observación, a primera hora de la mañana, y tras realizar nuevas pruebas, el equipo médico decidió intervenir para evacuar un derrame intracraneal.

EL HISTORIAL

Son solo algunos capítulos de una larga serie de incidentes que le han obligado a permanecer apartado del escenario en bastantes momentos de los últimos años, empezando por el derrame cerebral que lo llevó al hospital en 2001.

Fue el 23 de agosto de aquel año cuando sufrió un accidente isquémico cerebral leve por el que fue ingresado en el mismo hospital Ruber en el que fue operado el jueves. En aquel momento estuvo ingresado apenas tres días y una semana después mandó un correo electrónico agradeciendo la atención prestada y aseguraba: “Estoy vivo y coleando, bien de las tres piernas y las dos manos”.

Pero lo que sí le hizo ese susto fue reformular sus hábitos tras una vida de excesos para, en general, “maltratarse mucho menos”, preocupado por por “envejecer, por la salud” y por que no le quieran “las mujeres”.

Durante unos años, el cantante se mantuvo más alejado de la vida pública y su salud se recuperó, pero en septiembre de 2010 volvieron los problemas y tuvo que suspender su cita en el Palau de Barcelona debido a una caída doméstica.

De nuevo en mayo de 2011 canceló sus primeros tres conciertos en Estados Unidos -Nueva York, Miami y Los Ángeles- por problemas intestinales, que el propio músico atribuyó a una “diverticulitis aguda”. En diciembre de 2014 se produjo otro incidente en el Wizink Center madrileño, un ataque de pánico en un escenario que se ha convertido en una de sus pesadillas. Vendrían luego una tendinitis, una hernia ventral, un golpe en el ojo que le causó mareos y molestias en un oído, y una tromboflebitis en la vena ileofemoral de su pierna izquierda, todas causas que le obligaron a suspender conciertos. La última suspensión había sido en 2018, cuando una disfonía lo dejó mudo sobre escena tras cuatro temas.

 

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