Ataque en un súper del Centro: el dueño asegura que fue “la mafia china”
Edición Impresa | 29 de Febrero de 2020 | 02:35

“No, no, acá no pasó nada”, suelen repetir en un castellano cargado de acento los propietarios de supermercados chinos de la Región, al ser consultados por algún episodio de inseguridad del que suelen ser víctimas. En general se trata de robos que podríamos tildar de comunes (la mayoría tipo “piraña”), aunque en algunos casos se nota la presencia del “elefante en la sala” del que nadie habla.
En esas ocasiones el hermetismo es marcado y las expresiones de los rostros se vuelven acaso más sombrías. Si bien no tiene el alcance ni la operatoria de otras ciudades en Argentina, no debería ser un secreto que la mafia china actúa en La Plata. (ver recuadro)
Nadie habla de ella, pero existe y le trae problemas a los comerciantes asiáticos. Chen (56), propietario del autoservicio “Siempre”, emplazado en 43 entre 7 y 8, es el primer testigo/damnificado que habla en forma abierta sobre el tema.
Ayer por la madrugada, tras una serie de amenazas, su local sufrió un atentado que quedó grabado por las cámaras de seguridad. Un sujeto -que había estado días antes en el local- intentó prender fuego la fachada del supermercado. Por fortuna no pudo causar daños graves, pero desnudó la trama de una historia que comenzó esa misma semana con un pedido y una amenaza.
“ES LA MAFIA”
Chen se mudó a La Plata en el año 1994 y abrió el negocio céntrico en 2008. Hasta ayer, “nunca tuve un problema, no me peleé con nadie”, le aseguró a EL DIA. Todo comenzó el miércoles pasado con un llamado telefónico al celular personal del comerciante, una situación “extraña” para él, puesto que “yo no lo uso mucho y casi nadie tiene el número”, indicó.
El mensaje era claro. Le pedían dinero, “10 mil dólares”, a cambio de protección. Es decir, de no atacarlo ellos mismos. Ese mismo día, ante la respuesta negativa, un hombre asiático se presentó en el almacén. Intercambió rápidas palabras con Chen, que éste después tradujo a sus empleados. En resumen, la raíz del diálogo entre ambos fue “plata o bala”.
“Me dijo que si no le daba lo que me había pedido la iba a pasar mal”, detalló. Por segunda vez les contestó que no cedería a la extorsión. El desconocido se marchó, con cara de pocos amigos, y sin decir mucho más.
Chen lo volvería a ver el viernes a la madrugada. Eran las 2.40 y el sujeto merodeaba por el frente del comercio. Vestía una remera blanca, la misma gorra que antes y el rostro tapado con un pañuelo. Tras observar el movimiento de la cuadra arrojó un líquido inflamable sobre el frente del autoservicio y lo prendió fuego. Con el hecho consumado, huyó.
Los vecinos alertaron al 911, pero “los bomberos no vinieron nunca y la Policía llegó una hora después”, afirmó una testigo. Chen, con ayuda de los frentistas, sofocaron el incidiendo con baldes y evitaron que se propague. Las llamas afectaron parte de las rejas y una persiana metálica. Cuando todo culminó, hallaron un papel enrollado en la vereda, con una advertencia similar a las que venía recibiendo en forma oral. “Es la mafia”, graficó la víctima. Después del incidente, aseveró sentirse “cagado”. “Soy otra persona ahora, ¿sabe? Estoy cagado. Yo vine para trabajar, quiero trabajar en paz”, manifestó.
El incidente fue denunciado en la comisaría Segunda y quedó caratulado como “averiguación de ilícito”. En la causa interviene la UFI Nº 2, a cargo del fiscal Martín Almirón.
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