“El equipo del ‘95 fue fundacional de todo lo bueno que llegó después”
Edición Impresa | 7 de Febrero de 2020 | 04:46

Por MARTÍN CABRERA
Rubén Capria jugó en varios equipos de Argentina y Sudamérica. Pero en dos (Estudiantes y Newell’s) logró lo máximo que un futbolista puede conseguir: el título. Aunque él reniegue de ese éxito como lo único reconfortante en el fútbol, esa huella hoy lo pone como una voz autorizada para hablar del partido de mañana. Sentido de pertenencia y estilos futbolísticos se dan la mano en una jugosa charla.
-¿Qué es de tu vida?
-Siempre vinculado al fútbol. El año pasado estuve comentando para la cadena Caracol de Colombia y ahora estoy en Uruguay, como Director Deportivo de Atenas de San Carlos, club de Maldonado de la Segunda División. Es un lindo proyecto y ya estoy trabajando en el armado de toda la estructura del fútbol. Me encanta.
-No es la primera vez que estás en Uruguay...
-Claro, porque mi último año como futbolista profesional (2006/7) jugué en Peñarol. Fue un paso extraordinario por lo gigante que es el club y por la parte humana. Al día de hoy tengo amistades y dos de los refuerzos que hoy están en Atenas fueron compañeros míos. En el fútbol, a la larga, lo que quedan son los vínculos y las amistades.
-¿El fútbol uruguayo es el mismo que vos conociste hace 15 años?
-No, y mucho ha tenido que ver el proyecto que inició el Maestro Tabárez. Es increíble que un país con 3,5 millones de habitantes tenga el nivel de competitividad que tiene. Hay una gran organización y la optimización de cada recurso. Hoy la selección uruguaya tiene un gran equipo con Valverde, Betancurt, Vecino, De Arrascaeta... Normalmente se relaciona a Uruguay con una defensa férrea pero a lo largo de la historia tuvo jugadores de gran pie. La historia, muchas veces, se encarga de tener una verdad parcial de las cosas. Leyendo cosas del Uruguay del ‘50 la mayoría de la gente cree que todo se basaba en Obdulio Varela. Pero también jugaba Schiaffino, un jugador que está entre los mejores de todos los tiempos del Milan de Italia. Siempre Uruguay sacó muy buenos futbolistas pero su identificación es por otra cosa. Y en lo referido a la Liga, hace rato que se emparejó. Danubio, Defensor Sporting y otros más compiten de igual a igual con Peñarol y Nacional.
-Mañana se van a cruzar las dos instituciones en las que fuiste más feliz?
-Sinceramente nunca emparenté mi felicidad en el fútbol sólamente por los éxitos deportivos. Después en el balance final te das cuenta que el valor humano es lo más importante. Estudiantes me agarró en el inicio de mi carrera y Newell’s en el final. Con los dos tuve éxitos deportivos: con uno el Nacional B del ‘95 y con el otro el título de 2004. Pero en ambos clubes la pasé bien por otras cuestiones, como la formación humana. A veces salís campeón y no jugaste ni un minuto y la medalla te la cuelgan igual. No pasa sólo por ahí. Tengo un gratísimo recuerdo de las dos instituciones. En el club Belgrano me encanté con el fútbol pero Estudiantes me terminó de formar y allí fue donde pasé todo tipo de momentos.
En ese concepto de que no siempre es el éxito el que une a los grupos surge la imagen de la generación de finales del ‘80 y comienzos de los ‘90, la más numerosa en la inauguración del estadio de Estudiantes. “Los buenos vínculos los tenés en las derrotas. El éxito, a veces, es un gran impostor. El deporte fútbol tiene que ver con esta vinculación. Hay que entender eso de hablar de nosotros y no del yo. Por eso creo que los lazos los estrechas en esos momentos de mierda. Muchos de esos chicos descendieron con Estudiantes y hoy siguen siendo amigos. Y no tengo dudas que el equipo campeón del Nacional B fue fundacional de todo lo bueno que llegó después. A veces la historia cometió la injusticia de no reconocer a ese plantel”.
-Esa noche los hinchas reconocieron a Calderón, pese a estar “alejado” del Club...
-Y claro, si es el segundo goleador en la historia de los clásicos. Jose le ha dado mucho. Después hay cosas humanas que te acercan o alejan de los clubes. Pasa en la vida ¿no va a pasar en el fútbol? Es un futbolista que se ha comprometido muchísimo con Estudiantes, como todos los que pasamos por esa institución. Es mentira que un futbolista no se compromete. La gente de a pie reconoce el compromiso de un jugador con una camiseta. Después hay situaciones relacionadas con roles de poder que a mí la verdad cada vez me importan menos. En lo personal me importa el reconocimiento de los hinchas y por suerte lo recibo. Eso me hace saber qué valió la pena todo. La gente sabe quién hace demagogia y quién se compromete.
-¿Qué te provoca que hoy haya logrado formar un plantel competitivo con nombres como Mascherano y Marcos Rojo?
-El club dio un salto de calidad en los últimos años. Se consolidó como un club fuerte del país. Entonces se torna atractivo y con un estadio de lo mejor. Esas cosas seducen a un futbolista. Por eso la llegada de Mascherano redobla todo. Más allá de estar en el final de su carrera te da una jerarquía tremenda y potencia a los jóvenes, que irán aprendiendo de él.
-Newell’s y Estudiantes, con estilos diferentes, son dos de los clubes con mayor sentido de pertenencia...
-Sin dudas. En 2013 Newell’s fue el mayor ejemplo de pertenencia que ví en el fútbol el último tiempo. Y las diferencias futbolísticas no son tales. ¿Quién es hoy el jugador que más aplauden los hinchas? La Gata Fernández. El buen fútbol siempre se premia y Estudiantes tiene ejemplos de sobra. En el ‘82 iba a ver ese equipo de Sabella, Marcelo (Trobbiani) y Ponce. También reconozco la otra parte del fútbol, la defensa, pero me da rabia que no pase lo mismo con la del talento que necesitan los equipos. Verón, que es el máximo ídolo de la institución, ¿cómo jugaba? Jugaba bárbaro. El fútbol tiene dos arcos, uno hay que defenderlo y otro atacarlo, no hay vueltas. A Boca se lo identifica con “huevo, huevo”, pero Riquelme es la figura máxima. A veces nos quedamos con una versión parcial del fútbol. A veces me cansa tener que aclararlo.
-¿Qué partido imaginás?
-Newell’s tuvo un bajón a finales del torneo pasado. Pero además de Maxi (Rodríguez) y Formica tiene un gran jugador que se llama Aníbal Moreno. Muy interesante. Y Estudiantes está intentando una muy linda idea. Me encanta Gaby Milito y su búsqueda. Deseo que encuentre el equipo y pueda darle mucho al Club. Ojalá que salga un muy buen partido.
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