Miguel llegó a los 100, medio Abasto le festejó el cumpleaños y lo saludó hasta Maradona
Edición Impresa | 1 de Marzo de 2020 | 02:50

Medio Abasto salió a la calle. Se movilizaron vecinos y comerciantes. No ahorraron ningún esfuerzo. Y tampoco dudaron en cortar el tránsito. Era lo que la circunstancia pedía a gritos. Y no era para menos: Miguel Andrés Battilana, un caracterizado vecino abastense, toda “una institución” de esa localidad situada a 15 km al suroeste del Centro, cumplía nada menos que 100 años. Si hasta Diego Maradona se sumó a la celebración con saludo que le grabó a Miguel felicitándolo por haber entrado al “club de los 100”.
Hay quienes dicen que Miguel Andrés Battilana es “el vecino más longevo de Abasto”. El dato no es oficial. Lo que nadie duda es que uno de los que más hizo por esa localidad, en particular por el impulso que le imprimió al club Abastense, donde fue pionero, socio activo y presidente, al igual que su hijo. Tanto hizo por el club, que la sala principal de la sede lleva su nombre.
La “fiesta de 100” de Miguel fue en la puerta de su casa, en 521 entre 210 y 211. Tuvieron que cortar la calle porque la celebración movilizó a más de un centenar de vecinos. Mauro Losada, nieto político de Miguel, contó que “es muy querido en el barrio. Por eso muchos comerciantes y vecinos trajeron facturas, tortas y comida” para el festejo. Como es fanático de Gimnasia, contrataron una banda que tocó canciones de cancha y le hicieron tres tortas del Lobo que formaban el número 100.
Sonriente y vivaz, Miguel salió a escena con la camiseta de Gimnasia puesta. Se escucharon los aplausos. Y saludó uno por uno a los vecinos que lo rodeaban orgullosos y le cantaron a coro el feliz cumpleaños. “Es que es un ejemplo para todos nosotros”, resaltaron.
El agasajado “se la pasó contando anécdotas” y se mostró especialmente emocionado al ver el video que le grabó Maradona. “Él es fanático del Lobo, mira todos los partidos. Y como estamos a veinte cuadras del casco de Estancia Chica, unos conocidos que trabajan ahí le hicieron el pedido a Diego, que le grabó el video”, contó Losada.
“Hola Miguel Battilana, desde Estancia Chica estamos concentrados pero no quiero dejar pasar la oportunidad para darte un beso, decirte que la vida continúa y vos sí que la estás continuando. Ojalá se diera todo así. Un beso y un abrazo”, dice el mensaje que Maradona le mandó al vecino centenario.
Miguel nació el 27 de febrero de 1920 en la localidad de Etcheverry, “pero lo anotaron el 28, por eso desde entonces siempre lo festeja ese día”, contó su familia.
Creció en la zona y trabajó desde joven. Primero fue tronchador en un emprendimiento de venta de leña con los hermanos. Luego ingresó en el Hospital de Melchor Romero, donde pasó por diferentes puestos y llegó a desempeñarse como intendente del centro de salud. Al jubilarse abrió una verdulería que se convertiría en un punto de referencia barrial. “Siempre fue generoso. Todos se acuerdan que si le comprabas, por ejemplo, un kilo de papa a Miguel siempre te ponía una de más”, recuerda un vecino.
Por entonces en la verdulería también vendía carbón. Pero un día cerró la verdulería y siguió adelante igual con la venta de carbón. “Todavía hoy lo vende. Y es mucha gente la que le compra. Él atiende y no se le escapa un centavo. Parece que tuviera 60 años”, explican sus familiares.
(CASI) SIN RECETAS
¿Y cuál fue su secreto para llegar tan bien a los 100 años? Ninguno. Al menos eso es lo que dice. Asegura que nunca se cuidó. Y hasta hoy sigue comiendo chorizo frito. Hasta los 60 años fumaba hasta dos atados de cigarrillos por día. Ya no. Lo que sí “siempre una copita de vino con la comida”. Y sigue una rutina estricta para descansar: se acuesta a eso de las 23 y se levanta a las 7. Otro detalle es que “está siempre activo, hasta cuando se sienta hace ejercicio con las manos”. Y todavía hoy los vecinos lo ven cada día poner religiosamente a punto la ligustrina de la casa.
En el plano familiar formó una sólida familia con Elena Celle -quien falleció hace cuatro años-, tuvo un hijo, Miguel Ángel, cuatro nietas y ocho bisnietos. El octavo llegó en pleno cumpleaños: “En medio de la fiesta nos enteramos que había nacido. Fue una alegría doble”, contó la familia. Así, con cien primaveras recorridas, a Miguel le sobraron los motivos para festejar a lo grande.
Justo en medio de la celebración llegó la noticia del nacimiento del octavo bisnieto
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