La gripe ocular, enfermedad altamente contagiosa

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Por Sabine Meuter

DPA

El ojo está rojo, lagrimea y pica. ¿Se trata de una clásica conjuntivitis? No necesariamente. Detrás de estos síntomas hay a veces una gripe ocular, una infección muy contagiosa generada por adenovirus.

Estos gérmenes enormemente resistentes se transmiten mediante acciones simples como darse la mano. También se encuentran en los picaportes, en los pasamanos de las escaleras o en las barras para agarrarse. Quien los toca y luego se restriega los ojos puede infectarse. Sin embargo, “sólo un especialista puede determinar si se trata de una conjuntivitis o una gripe ocular”, explica el profesor Claus Cursiefen, director del departamento de oftalmología del Hospital Universitario de Colonia.

La gripe ocular suele empezar primero en uno de los ojos. “Además de enrojecimiento, picazón y un fuerte lagrimeo, también se inflaman los ganglios linfáticos cercanos al oído”, explica Ludger Wollring, médico portavoz de la Federación Alemana de Oftalmólogos. Por lo general, una vez que los virus atacaron un ojo, suelen atacar también el otro.

Además, la gripe ocular afecta la visión durante un periodo prolongado. “Esto se debe a que no sólo se inflama la conjuntiva, sino también la córnea, que se nubla”, explica Cursiefen.

Por lo general, la gripe ocular se cura sola después de dos a cuatro semanas. “Si se diagnostica gripe ocular, el médico debe informar a la oficina de sanidad pertinente”, explica Wollring. En Alemania, la keratoconjunctivitis epidémica o gripe ocular, como se la llama comúnmente, es forma parte de las enfermedades con notificación obligatoria.

Para comprobar si hay adenovirus en la secreción ocular, el médico debe hacer primero un hisopado del ojo. Finalmente, se analizan las secreciones oculares en el laboratorio. Sin embargo, puede llevar algunas semanas.

No hay una tratamiento aprobado para combatir a los adenovirus que generan la gripe ocular. Los antibióticos no sirven de mucho. Por eso el tratamiento consiste más bien en aliviar los síntomas.

Los médicos suelen recetar medicamentos que reduzcan la inflamación, como gotas para los ojos con el principio activo ciclosporina. Si se secan los ojos, se pueden usar otras gotas oculares o ungüento para generar una película protectora.

Los adenovirus pueden acumularse en mesas, grifos o teclados de computadoras. Lo mismo vale para toallas, almohadas y electrodomésticos. Los afectados contagian por lo general en las primeras dos semanas de enfermedad. El especialista Cursiefen recomienda que se laven las manos más seguido.

También es importante que quienes tienen la gripe ocular no compartan jabones, cremas para la piel y otros productos de higiene. Mientras dure la enfermedad, las personas afectadas no deberían asistir a instalaciones abiertas al público como piscinas, saunas o gimnasios.

 

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