La salud de Fede Bal: “Tengo cáncer de intestino”
Edición Impresa | 10 de Marzo de 2020 | 05:59

El mundo parece habérsele caído al piso a Fede Bal en un abrir y cerrar de ojos: la semana pasada, mientras preparaba las maletas para irse a Australia de vacaciones con un amigo, un examen de rutina encendió las alarmas de los médicos y un diagnóstico apareció: tiene cáncer de intestino.
Aunque mucho se especuló en los últimos días, fue el mismo actor el que, a través de un video en Instagram, contó los detalles de su enfermedad.
“Hace poco me hice una colonoscopia y endoscopia, que salió mal, me encontraron diez pólipos, que me extrajeron y encontraron un tumor en el intestino. Se hizo una biopsia y dio que es maligno: Tengo cáncer en el intestino”, cuenta Fede.
“Cáncer es una palabra fuerte, de la que me estoy haciendo amigo. Soy joven pero cada vez hay mayores casos en gente joven, tengo 30 años, y la realidad es que estoy asimilándolo”, agregó el hijo de Carmen, y reveló que se fue de las redes sociales porque, en estos días, vive una “sensibilidad extrema” por la que no podría soportar el nivel de odio que se vive en las plataformas virtuales.
De hecho, en los últimos días, una noticia falsa se viralizó en Twitter: los haters de Fede aseguraban que era víctima del coronavirus.
Entero y convencido de que se recuperará, Fede reveló que comenzará un proceso de quimioterapia, de rayos y pastillas, durante seis semanas, y que en caso de no resultar deberá pasar por el quirófano.
“Voy a tener fe. Hay grandes posibilidades de que el tumor se vaya”, aseguró Fede, que anunció que vivirá un “año de resguardo, de desaparecer de las redes, de la tele y el teatro”, hasta que se sienta “con fuerzas y ganas” para volver al ruedo.
Sin eufemismos, dijo “esto es lo que tengo: es cáncer que se puede tratar, tengo buenos médicos” y aprovechó para alentar a las generaciones jóvenes a hacerse estudios porque “eso salva”, sobre todo si hay antecedentes familiares, como en su caso.
“Yo creía que me las sabía todas, que tenía el mundo ganado, pero acá me demuestra la vida que no. Estoy con mucha fuerza, mucha esperanza, no le tengo miedo a la enfermedad, ni a la muerte. Es un cachetazo de la vida, una lección, que todavía no sé por qué pero me toca, pero sé que después voy a estar sano y voy a ser una mejor persona”, cerró, confiado en su recuperación.
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