Roosevelt fue el primer visitante ilustre que vino a La Plata

Quien se desempeñara, por dos períodos consecutivos, como presidente de Estados Unidos, en noviembre de 1913 llegó a nuestra ciudad para fundamentalmente conocer el Museo de Ciencias Naturales y tras poco más de seis horas regresó a Buenos Aires

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A pocos días de cumplir los primeros 31 años de su fundación, la joven capital de la provincia de Buenos Aires recibía a su primer visitante ilustre; un personaje de fama internacional y de amplio reconocimiento público. Se trataba de Theodore Roosevelt (1858-1919), quien entre 1901 y 1909, en dos mandatos consecutivos, había ocupado la presidencia de Estados Unidos.

El hombre siempre ha sido recordado por su personalidad exuberante, su amplitud de intereses y logros; fue un carismático y honesto líder del Partido Republicano y fundador del efímero Partido Progresista de 1912.

Durante su mandato presidencial promovió y encabezó las negociaciones que posibilitaron el fin de la Guerra Ruso-Japonesa, por lo que fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz, convirtiéndose así en el primer estadounidense en ganar ese preciado galardón.

Las urnas le habían dado la espalda para acceder a un tercer mandato, por lo que tiempo después realizó, más que nada como naturalista, una gira internacional que lo llevó primero por varios países de Africa, de los que se llevó una amplia colección de animales embalsamados; luego por Brasil, en donde se lo honró poniendo a un importante curso de agua amazónico su nombre (“Río Teodoro); y más tarde arribó a la República Argentina.

El visitante había dicho que llegaba a nuestro país para tomar contacto con la obra del paleontólogo e investigador Florentino Ameghino, que era lo que más le llamaba la atención en el país, desde el punto de vista científico.

Ameghino había muerto en La Plata apenas dos años antes, en 1911, justo cuando su trabajo había comenzado a cobrar trascendencia internacional.

Roosevelt arribó a nuestra ciudad en tren procedente de la ciudad de Buenos Aires. Era el 14 de noviembre de 1913 un viento fuertísimo y una lluvia torrencial recibieron al ex presidente de Estados Unidos en la Estación, pero ese mal tiempo no impidió que el recibimiento se convirtiera en un espectáculo fastuoso para aquella época en nuestra ciudad, porque más de quinientas personas esperaron al ilustre visitante en el andén, además de la comitiva oficial de recepción y la banda de música de los Bomberos de La Plata, que tocó dianas para saludarlo, según reflejó EL DIA en su edición de la jornada siguiente.

Aunque su idea principal era conocer el Museo, el Observatorio y la tumba de Ameghino, el ex primer mandatario estadounidense y sus hijos Margarita y Kermit, que lo acompañaron en su viaje por el país, fueron llevados primero a la Gobernación, donde se les brindó una recepción oficial.

Una vez en el Museo de Ciencias Naturales, según narró la crónica del diario EL DIA, “la visita fue lenta y detallada, y en ningún momento”, el gran político norteamericano “ocultó el asombro que le causaban las colecciones tanto de Ameghino como del director del lugar, Francisco Pascasio Moreno”.

El artículo de nuestro diario concluía señalando que “luego de expresar su admiración por la obra paleontológica, Roosevelt fue escoltado por una comitiva que lo llevó en coche a recorrer algunos edificios platenses. El trayecto a la estación de trenes para emprender el regreso a la capital se hizo por diagonal 80, en medio del gentío que salió a despedirlo”.

 

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