Paul McCartney y sus dos históricos shows en el Estadio Único

La Plata fue la ciudad escogida para que el célebre músico británico, con un multitudinario marco de público en ambas presentaciones, cerrara en 2016 su gira por nuestro país

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En virtud de la inmensa fama mundial de su figura, la presencia de Paul McCartney en nuestra ciudad, convirtieron a los dos shows que brindó en el Estadio Ciudad de La Plata hace casi cuatro años atrás, en un mágico e histórico acontecimiento cultural de todos los tiempos en la capital bonaerense.

El bajista de los Beatles, nacido en junio de 1942 en Liverpool, tenía 73 años y pese a ello desplegó junto a su banda todo su inmenso talento musical en sendos recitales que duraron poco menos de tres horas cada uno.

En ese contexto no se puede dejar de recordar que para los platenses resultó bastante trabajoso poder adquirir las entradas para asistir a algunos de los dos shows, ya que se vendieron mediante un sistema de la web por el cual se vieron más beneficiados los fanáticos porteños.

También hay que decir que no pocos habitantes, en su mayoría residentes en la zona de 25 y 32, aprovecharon las dos noches para hacer un buen negocio, ofreciendo panchos, choripanes, sándwiches de milanesa y otros alimentos, además de bebidas, en puestos montados en las veredas de sus respectivas casas. Los infaltables “trapitos” también se dieron cita en las inmediaciones del estadio y obtuvieron muy buenos ingresos.

Las presentaciones de McCartney en nuestra ciudad tuvieron lugar en las gélidas noches del martes 17 y el jueves jueves 19 de mayo de 2016. Paul se presentó junto a una banda integrada por “Wix” Wickens en teclados, Brian Ray en bajo y guitarra, Rusty Anderson en guitarra y Abe Laboriel Jr. en batería.

En ambas ocasiones, el grupo “telonero” nacional fue El Kuelgue, el que durante poco menos de una hora tocó temas de los Beatles que no fueron cantados luego en el recital de Paul.

Cada una de las dos noches en el Unico se congregaron cincuenta mil personas, y esas presentaciones, sirvieron para cerrar, como se dijo, la gira que el músico realizó por distintas ciudades de nuestro país y que se denominó “One on One Tour”.

Al abrir su segundo concierto, el artista, en español dijo, “Buenos noches, Buenos Aires, estoy muy contento de estar acá de nuevo”, ante lo cual recibió una estruendosa ovación.

Con un forzado, pero entendible español, a lo largo de sus actuaciones, el hombre explicó el origen de algunos de sus temas, particularmente aquellos inspirados en su fallecida esposa Nancy, como “My Valentine” y “Maybe I’m Amazed” y los que dedicó a sus amigos John Lennon y George Harrison, “Here today” y “Something”, respectivamente.

Al promediar la velada Paul se ganó una de las tantas ovaciones cuando, también en español, preguntó al público, “¿qué onda, che?”.

En los dos shows desarrolló prácticamente el mismo repertorio, destacándose, por ejemplo, la canción “A hard day’s night”, un tema que nunca había incluido en sus giras tras la disolución del mítico cuarteto de Liverpool.

Por otra parte, el músico inglés cantó temas poco conocidos por el público argentino como “Temporary Secretary”, considerado como un “experimento” pionero del tecno pop, grabado en 1979; e “In Spite of all Danger”, que fue la primera canción que grabó con la banda Quarrymen. Hizo emocionar a los fans cuando a la hora de cantar emocionadamente el tradicional “Love Me Do”, dedicado a su “segundo padre”, George Martin, quien había fallecido poco tiempo atrás.

De acuerdo a la crónica de EL DIA, en el segundo de sus recitales platenses, “el furor se desató al promediar el espectáculo, en el que Sir Paul volvió a hacer gala de su calidad de multi instrumentista, tocando el bajo, intercambiándose guitarras acústicas y electrónicas, y variando entre dos pianos, además del ukelele- con una artillería de temas beatles como “Fool on the Hill”, “Lady Madonna”, “Eleanor Rigby”, “Mr. Kite”, “Ob-la-di-ob-la-da”, “Back in the USSR” y “Let it be”-, para irse a los bises con una potente “Live and let die” (Wings), que incluyó fuegos artificiales, además de la más coreada de la noche, “Hey Jude”, con la ya clásica competencia de canto entre hombres y mujeres, propuesta por Paul”.

Ya hacia el final, McCartney regaló una gran versión de “Yesterday” y, antes de continuar, invitó a subir al escenario a las jóvenes admiradoras Leila, Agostina, Shelly y Lucía, que lo abrazaron y besaron efusivamente, tras lo cual el músico pidió perdón a su fallecida esposa y prosiguió con el espectáculo, cantando “Jet”, “Birthday” y un enganchado entre “Golden slumbers”, “Carry that weight” y “The End”, temas con los que concluyó sus actuaciones en La Plata y puso fin a su gira por Argentina.

 

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