La noche triste de Mercedes Sosa detenida en La Plata
Edición Impresa | 2 de Marzo de 2020 | 02:08

La del viernes 21 de octubre de 1978 es una de esas tristes noches que permanecerá siempre en la historia de nuestra ciudad porque lo que ocurrió impactó de lleno en el corazón de la cultura nacional y terminó por llevar al exilio nada menos que a la más grande intérprete folklórica argentina de todos los tiempos como “La Negra” Mercedes Sosa.
Corrían los duros tiempos de la dictadura militar comandada por Videla y la cantante tucumana había ganado notoriedad por su calidad interpretativa y también por el contenido de varias de las canciones, tildadas como “de protesta” que solía brindar a la audiencia en sus recitales.
No se debe perder de vista que el 11 de febrero de 1963, desde el Círculo de Periodistas de Mendoza, Mercedes lanzó el Movimiento del Nuevo Cancionero, junto a su esposo Oscar Matus, Armando Tejada Gómez, Tito Francia y otros artistas, el que se manifestaría como el Movimiento de la Nueva Canción. De una canción que no hacía ya eje en la paisajística o en el amor, sino en las desdichas de campesinos, mineros y otros trabajadores, ahondando en cuestiones sociales con fuertes cuestionamientos.
Por eso, ella venía siendo “seguida” por el gobierno de facto como también lo fueron otros varios artistas.
De todos modos, en 1978 y aunque había grabado ya más de treinta discos, puede decirse que la fama de la artista estaba “empezando” a potenciarse y no tenía el volumen que adquiriría apenas unos años después.
Lo concreto es que aquel viernes, unas trescientas personas se habían dado cita en el Almacén San José, situado en la esquina de Diagonal 74, 3 y 40 para escuchar a la artista tucumana.
Entre los primeros en ingresar a ese centro referencial de la cultura platense de una época estuvieron seis policías de civil que, según dijeron a los encargados del local, estaban allí para “garantizar” el espectáculo.
El Almacén San José no tenía una capacidad para albergar una gran cantidad de público y mucha gente se quedó sin poder ingresar, ante lo cual, la cantante pidió que se abrieran todas las ventanas que daban sobre la calle 3 para que quienes se habían quedado fuera del local pudiesen escuchar.
Mercedes comenzó su recital con conocidos temas folklóricos evitando interpretar las denominadas “canciones prohibidas” que figuraban en una supuesta pero larga lista del gobierno militar.
Al concluir la presentación, la gente, con insistencia le pedía que cantara “Canción con todos” y “Cuando tenga la tierra”, dos temas emblemáticos de aquel tiempo. Mercedes lo hizo, y durante el segundo tema, la policía presente interrumpió la función, puso a la artista, sus músicos y otras personas que la acompañaban contra una pared.
Rápidamente ingresaron al local policías uniformados que se habían apostado en las inmediaciones y pocos minutos después comenzaron a llegar al lugar tres de esos grandes micros que utilizaba la fuerza para hacer “razzias” en la Ciudad.
Todos los que estaban en el local, incluidos los encargados del Almacén y todo el público fueron siendo trasladados en esos transportes hasta la comisaría Segunda, cuya titularidad y a modo de intervención era ejercida por un oficial del ejército.
Hacia las tres de la mañana de a grupos y de a ratos se comenzó a dejar en libertad al público, pero Mercedes Sosa y los responsables del establecimiento permanecieron detenidos hasta bien entrada la tarde del sábado.
A la cantante se la acusó, por haber cantado los dos últimos temas, de haber violado la Ley 19.798 de censura musical, a raíz de lo cual les fueron canceladas todas las actuaciones que ya tenía previstas en distintas ciudades del país.
El juez que la procesó por ese “delito” le concedió permiso para salir del país con tumbo a Madrid y finalmente París, en un exilio que terminaría recién en 1982.
Mercedes Sosa a su regreso al país, volvió a cantar en La Plata en varias ocasiones, la primera de ellas en el estadio de Estudiantes. Pero el bochornoso acontecimiento de 1978 quedó grabado a fuego entre los platenses y la propia artista y lo ocurrido tuvo repercusión periodística en distintos países.
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