Día de la Memoria, pelea vecinal y allanamiento

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La realidad que se vive en el país por la pandemia de coronavirus y las consecuencias del aislamiento obligatorio parece haber empezado a hacer mella en algunos platenses que, compelidos a permanecer en sus casas, reaccionan a situaciones cotidianas con menos paciencia de la habitual. Una secuencia de ese tipo fue la que se vivió el martes pasado en la zona de plaza Juan Domingo Perón, donde tres vecinos se enfrentaron en la calle y alborotaron un barrio que suele ser tranquilo. En el medio de la trifulca hubo insultos, algunos golpes leves y todo terminó con un demorado y una casa allanada en la que éste guardaba “un arsenal”.

Sobre el hecho se cruzaron dos versiones que testigos y fuentes policiales encauzaron en una. En principio, cuando apenas minutos habían pasado del incidente, circuló que un sujeto había violado la cuarentena y, cuando una mujer lo increpó por la falta, éste le contestó de mala forma y la amenazó de muerte con un arma.

Ese presunto delito llevó a que el agresor fuera detenido y un inmueble de su propiedad allanado.

No obstante, con el correr de las horas y tras recabar otros testimonios -incluido el del acusado-, otra verdad salió a luz. En esa línea, se indicó que “la discusión fue por cuestiones políticas y además había alguna bronca de antes”.

Voceros consultados por este diario señalaron que el 24 de marzo, en 61 entre 23 y 24, “un joven y su supuesta pareja, que son militantes de un partido político, se encontraban pegando pañuelos blancos con alusiones al Nunca Más” en el marco Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.

Se presume que no habían pedido permiso para llevar a cabo el acto y entonces “un vecino se enojó con ambos porque, según expresó, ‘me llenaron toda la casa con pañuelos’”, refirieron los pesquisas. En ese momento se generó un altercado que en segundos se transformó en un griterío del que habrían participado los tres involucrados. Fue en ese contexto que el hombre “lo trompeó un poquito al muchacho”, conforme declaró aquél ante las autoridades, añadieron los portavoces. Al día siguiente, la mujer lo denunció por “amenazas agravadas”. Un frentista aseguró que “los chicos sabían que al vecino le gustan las armas” . Lo cierto es que la Policía registró la casa y le incautaron una escopeta Maverick, modelo 88, con 50 cartuchos 12/70, una pistola semiautomática, Bersa Thunder .22 Plg, con 9 proyectiles, un revólver doble acción Picara 4 calibre .38 con 50 proyectiles intactos y 24 balas calibre 7.65. Las fuentes explicaron que “el hombre es legítimo usuario de las armas y tenía todos los papeles en regla”.

 

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