Crimen de La Loma: surgió la pista de una mesa de dinero y la vinculan con el acusado
Edición Impresa | 4 de Marzo de 2020 | 01:55

Ignacio “Nacho” Bertolotti (28) optó ayer por el silencio ante el fiscal penal de La Plata que investiga el caso, Juan Mennucci, pese a que versiones dadas a conocer a las horas del crimen indicaban que el ahora detenido una y otra vez negó haber disparado contra sus padres, el arquitecto Guillermo Marcelo Bertolotti (60) -quien murió- y la docente Nancy Santoro (62), quien se recupera de las heridas graves que sufrió en el ataque, ocurrido el domingo último por la noche en la casa de 29 al 467, entre 41 y 42, de La Loma.
Aunque tiene un detenido, el caso aparece como misterioso, ya que no salió todavía a la luz un móvil certero del ataque.
En un acta de procedimiento incorporada a la causa figura que el padre del imputado, cuando agonizaba, le dijo a una sargento de Policía que le practicaba maniobras de RCP: “Fue mi hijo”.
Pero la madre, en principio, negó que su hijo hubiera efectuado los disparos.
Los policías que intervinieron en el procedimiento escucharon que la mujer dijo que “Nacho estaba en el baño” cuando el matrimonio quedó bajo una lluvia de balas, que los dejó tendidos en el living de su casa sobre un reguero de sangre. El hombre terminó moribundo boca abajo y ella herida de gravedad encima suyo, boca arriba.
Guillermo Marcelo Bertolotti tenía ocho orificios de bala en la espalda y el tórax. Cayó boca abajo
Ayer un equipo de psicólogos asistió y evaluó a la madre del imputado y esposa del arquitecto asesinado.
Fuentes ligadas a la causa revelaron a este diario que la mujer ahora comenzó a recordar que “no vio nada, que fue como si tuviera electricidad en el cuerpo”, y luego “quedó en estado de schock”.
El fiscal espera que los médicos le den el OK para poder interrogarla a fondo sobre todo lo que vio esa noche, mientras tomaba helado junto a su marido.
Mientras tanto, la hipótesis de algún un tipo de conflicto familiar se desvanece. “Cuanto más se indaga a familiares, amigos y vecinos, menos asidero adquiere la posibilidad de que haya habido algún tipo de pelea en el seno de ese hogar”, destacan los instructores judiciales.
Mientras tanto, ayer algunos de los investigadores comenzaron a poner la lupa sobre presuntas relaciones que podría tener el procesado con una “mesa de dinero”. Y avanzaron sobre la posibilidad de que el móvil del tremendo ataque esté ligado a esa actividad, explicaron a este medio dos calificadas fuentes de la investigación.
En tal sentido, deslizaron que en ese entorno del imputado Bertolotti podría estar la clave del caso.
De todas formas, entre hoy y mañana se producirán pruebas trascendentales para acreditar o descartar la autoría. En primer lugar, la declaración de la madre del sospechoso, también víctima de este hecho. Y el estudio de dermotest y la pericia balística a las armas secuestradas en la escena del crimen (ver nota aparte).
Mientras tanto, la defensa del imputado, a cargo de los abogados Walter Gisande y Ezequiel Olgiatti, aconsejaron a su asistido hacer uso del derecho constitucional que lo asiste de negarse a declarar.
Seguramente esperan la sustanciación de las pruebas antes mencionadas, para definir la estrategia de defensa.
En las últimas horas trascendieron detalles de las declaraciones de distintos testigos que accedieron a la escena y tuvieron allí contacto con “Nacho”. A todos les dijo lo mismo: “Cagaron a tiros a mis viejos”, aludiendo a presuntos intrusos que entraron (no se sabe cómo porque no había aberturas forzadas), hicieron 13 disparos y huyeron -según sus dichos -por los fondos.
Entre esos testigos destaca su primo Eric, de 29 años, un empleado metalúrgico que declaró haber estado durmiendo cuando Ignacio lo llamó a su teléfono celular, a las 22.47 y en 11 segundos le contó con “la voz quebrada” que a sus “viejos” los “cagaron a tiros”. Eric describió a la relación entre Nacho y sus padres como “buena, normal”. De sus tíos negó que tuvieran “deudas, o conflictos con nadie” o que fueran adinerados: “Son laburadores normales”, dijo.
Otra que declaró fue la vecina lindera de los Bertolotti, quien recordó haber llegado a su casa a las 22.30 y entrar al baño para darse una ducha. Desde ahí escuchó varios disparos. Relató que su hijo le gritó que “había pasado algo en lo de Nancy, por lo que salió al patio externo y desde la medianera conversó con Nacho”. Este le dijo: “Entraron a robar “cagaron a tiros a mis viejos”.
La mujer fue herida en el abdomen, los brazos y las piernas. Había 13 vainas y sangre en el patio
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