Bandas de motochorros, “rompepuertas” y escruchantes se adueñaron de la Región

Menores se metieron a patadas en la casa donde dormían una mujer y sus hijas. De otra, huyeron a los tiros. Preocupación vecinal

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Dos motochorros que le pusieron una cuchilla en el cuello a un joven que caminaba por Berisso, a las 3 de la tarde, para sacarle la guitarra. Una patota conformada por chicos que no llegaron a cumplir los 17 pero se metieron a patadas en la casa de Los Hornos donde una mujer dormía con dos nenas. Y otros ladrones que destrozaron el portón de un garaje aprovechando que los dueños no estaban, cerca de Plaza San Martín. Hubo también escruches en tres departamentos del centro de La Plata y en una carnicería de Villa Elisa. “Parece zona liberada”, repiten los vecinos de barrios distintos cada vez que este diario llega a sus calles para escuchar sus historias. Las que nutren el relevamiento que le da arranque a esta crónica ocurrieron entre el viernes y ayer, algunas de ellas con un alto grado de violencia.

en berisso

A las 3 de la tarde del viernes Boris Ogñenovich (24) bajó del micro para caminar hasta la casa de su novia, la guitarrista de Berisso Juliana Wilson, con el instrumento de ella- de la marca Gio Ibanez, de color rojo-en la funda colgada al hombro. “Pasaba gente, lo normal”, contó a este diario Gustavo, el padre de Boris, como tampoco resultó raro que pasara una moto con dos muchachos. Eso si, lo miraron, dieron la vuelta e hicieron el amague de entrar en una casa, para esperar a que el joven avanzara unos metros más y sorprenderlo por la espalda en 11 entre 149 norte y 150. El acompañante saltó de la moto y le puso en el cuello de Boris un “cuchillo grande, como si fuera una daga”, describió Gustavo, mientras el conductor apoyaba su mano en lo que pretendía ser un arma escondida. “Dame todo o te mato”, prometió uno y “entrenados como estamos en esto de que la vida no tiene precio” -señaló Gustavo- su hijo entregó el estuche que contenía la guitarra Ibanez Grga 42 Qa roja, un reflector para grabar videos y cables, además de el celular, la plata y sus documentos. Después de que los ladrones se fueron, Boris y su novia llamaron a la policía y aportaron como dato que el celular tenía la geolocalización activada. Esa pista se perdió tres horas después. Ahora las víctimas esperan recuperar la guitarra lo antes posible, en particular por el valor sentimental que tiene para Juliana. “Después de este caso nos enteramos de que hay un montón de robos en Berisso”, lamentó Gustavo.

en los hornos

Un hombre salió de su casa en Los Hornos ayer a la madrugada y esto no habría pasado desapercibido para una bandita de menores de entre 14 y 16 años que vivirían cerca. En la vivienda de 157 entre 72 y 73 quedaron durmiendo una mujer de 36 años y sus hijas de 9 y 5, quienes se despertaron por los golpes en el portón del garaje y el ladrido de los perros. Asomada a una ventana que da a la calle, la mujer quedó perpleja al observar que unos 10 adolescentes intentaban ingresar por la fuerza. Acompañada por su marido Andrés Martínez (34), Lorena Núñez reveló ayer los pormenores del terrorífico episodio que le tocó vivir con sus pequeñas hijas: “Fue a las 5.15 de la mañana. Seguramente vieron irse a mi esposo y pensaron que la casa quedaba sola, pero tampoco les importó cuando les grité que se fueran. Siete de ellos escaparon, pero se quedaron tres, que pudieron meterse” tras dañar el portón del garaje.

El pánico se apoderó de ella y de sus nenas cuando advirtió que los ladrones ya habían ganado el interior de la finca. Recordó que atinó a volver al cuarto y encerrarse con sus hijas: “Primero abrieron a patadas la puerta que comunica al garaje con la cocina-comedor y después la puerta del dormitorio, hasta que consiguieron abrirla. Las tres sentimos mucho miedo, aunque por suerte no nos tocaron. Lo único que les importaba era llevarse dinero y todo lo de valor”.

 

“Estamos entrenados en esto de que la vida no tiene precio. Por eso mi hijo les dio la guitarra”

Gustavo Ogñenovich Padre de una víctima

“Por suerte estaban lúcidos y uno les decía a las nenas que ya se iban, pero tenían una cuchilla”

Lorena Núñez Víctima

 

Robaron 1.000 pesos, un televisor de 42 pulgadas, una notebook, una tablet, el celular y un Chevrolet Celta de la madre de Lorena, que más tarde apareció quemado en un descampado de 76 y 153. Mientras hacían la denuncia en la comisaría Tercera pudieron ver “el humo que provenía de ese campito”, apuntó.

La pesadilla para ella y sus hijas “duró 10 minutos” aunque les pareció que fueron más. Les quedó el consuelo de que “estaban lúcidos” y que uno intentaba tranquilizar a las nenas “diciéndoles que ya se iban”, aunque todo el tiempo temieron que fueran a usar una cuchilla que otro manoteó de la cocina.

Los vecinos de la zona están convencidos de que los ladrones viven en el asentamiento de 74 y 149, que tanta polémica genera. “Da la casualidad que desde que vino esta gente hace un mes y medio, comenzaron los robos”, indicó un hombre que vive cerca de las víctimas. Este matrimonio, para colmo, ya venía golpeado por el delito. “El barrio siempre fue muy tranquilo, por eso dejábamos la moto en la puerta de casa. Pero el 4 de febrero la robaron a las 5 de la tarde”, dijo Andrés, que por estas horas está cumpliendo años: “Mirá qué regalos me hicieron”, ironizó. En el barrio ya analizan la idea de instalar el Sistema de Alerta Vecinal.

cerca del parque san martín

También hubo miedo en los alrededores de 30 entre 54 y 55, después de que ladrones ingresaron en una casa aprovechando que los dueños habían ido a cenar. Para meterse destrozaron la puerta que da a la calle, pero entonces se activó una de las alarmas de seguridad del barrio y los intrusos optaron por escapar. Eso sí, en la fuga hicieron varias detonaciones. “No sabemos si le dispararon a alguien, pero se escucharon tan fuerte los tiros que quedamos aterrorizados”, contaron desde la cuadra. Luego, escucharon gritos de vecinos que salieron a dar cuenta de que la finca había sido escenario de un robo.

De acuerdo con lo expresado por los frentistas, se trata de la tercera propiedad que cae a manos de los ladrones en lo que va del año, en todos los casos con la particularidad de que “aprovechan que no hay nadie para robar”.

“La verdad es que anoche acá no durmió nadie, estamos con mucho miedo”, señaló un vecino, quien si bien destacó la presencia de la policía tras el hecho, hizo hincapié en que “crecen los robos y cada vez son más peligrosos”.

en villa elisa

También fue blanco de un escruche ayer a la madrugada una carnicería de Villa Elisa, a donde los delincuentes irrumpieron abriendo un boquete en el alambrado perimetral que circunda a ese comercio. Fue en el negocio “Máximo”, que funciona en camino Centenario y 449. Roberto González, propietario del local que alquila el carnicero, informó que “lo más increíble de todo es que los pibes que robaron se metieron tres veces durante la noche para sacar todo lo que pudieron”. Y quedaron filmados. “Cada vez que se activaba la alarma se iban con lo que habían logrado robar”, para volver un rato después y repetir la maniobra. “En total fueron tres veces”, expresó indignado González, quien desde hace años encabeza la comisión vecinal que trabaja por mejorar la seguridad en Villa Elisa. La banda se llevó “entre 1.000 y 2.000 pesos, dos cajas registradoras, carne y bebidas”, detalló el hombre, sin pasar por alto que en los 10 años que lleva la carnicería allí “ya sufrió otros robos que han quedado filmados”.

Este escruche no resultó un caso aislado. Muy por el contrario, forma parte de un rebrote delictivo que impulsó a vecinos y comerciantes de Villa Elisa a tomar medidas para hacer escuchar su reclamo.

Amplió González: “Voy a insistir nuevamente con la colocación de cámaras municipales de seguridad”, mientras organizan para el próximo jueves un encuentro para debatir propuestas.

en pleno centro

Por otra parte, delincuentes se encargaron el viernes de robar y provocar serios destrozos en tres departamentos de un edificio del radio céntrico platense, circunstancialmente vacíos. Sucedió en una torre de 9 y 45, donde Liliana Lagardé, cuya madre vive en uno de los domicilios que quedaron al margen del ataque delictivo, informó que “los delincuentes rompieron las puertas de tres departamentos del tercer piso”. Según la mujer, la situación fue constatada “a las 11 de la noche del viernes”, aunque se cree que los responsables del escruche podrían haber actuado en las horas previas.

Lagardé aseguró saber que “uno de los departamentos al que entraron está deshabitado desde hace un tiempito, en otro vive una señora que se fue de vacaciones y en el restante quedaban pocas cosas porque los dueños se están mudando”.

 

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