Hubo violencia intrafamiliar en 5 de los 19 asesinatos cometidos este año
Edición Impresa | 8 de Marzo de 2020 | 02:52

Aunque asociada en un mayor porcentaje con los femicidios y la violencia de género, la problemática de la violencia intrafamiliar no distingue por sexos, edades o situación económica. Poco más del 26 por ciento de los crímenes ocurridos en la Región en lo que va del año están vinculados con esa temática. Son cinco hechos de los 19 registrados de enero al primero de marzo, el mismo día en que hallaron muerto a tiros a Guillermo Bertolotti (60) en su casa del barrio La Loma. Y, a diferencia de años anteriores, ninguno de los cinco asesinatos fueron femicidios.
Para remarcar esas diferencias vale contar con datos previos. En 2018, fueron asesinadas 51 personas en la región comprendida por La Plata, Berisso y Ensenada. De ese total, 44 fueron hombres, 37 de los cuales fueron ultimados en el marco de peleas vecinales, familiares o conflictos domésticos, mientras que siete murieron en un robo. Tres fueron ladrones abatidos por los damnificados. Cinco de las siete víctimas mujeres tenían menos de 40 años y, a excepción de una de ellas, el resto murió en el contexto de un femicidio o por violencia familiar. En total, fueron 12 las víctimas de crímenes intrafamiliares o de género.
El año siguiente, la relación entre los femicidios y la violencia doméstica fue innegable: tres de las cuatro muertes -que sucedieron en un marco familiar- estuvieron ligadas a ambas situaciones. Gisella Solís Calle, María Luján Alva y Rosa Mariela González Martínez perecieron a mano de sus respectivas parejas. En tanto, a Daniela Cichinni la mataron entre su hija y la pareja de ésta. Este 2020 -o al menos los 68 días que transcurrieron hasta hoy- se vio marcado a fuego por los repetidos episodios de violencia extrema.
CINCO MUERTES, TRES CASOS
Acaso el más truculento de todos los casos sucedió entre la noche del 31 de diciembre de 2019 y la madrugada del 1 de enero de este año. En una casa humilde de Melchor Romero, situada en 165 y 523, fueron asesinados Graciela Holsbak (54), Raúl Félix Bravo (54) y Alma Manino (5). A la mujer la apuñalaron en el pecho, a los otros dos los degollaron y a la menor, además, le cortaron las piernas. El único acusado es un adolescente que entonces tenía 17 años y fue buscado durante varias jornadas hasta que lo atraparon en un paraje de la ruta 2. Actualmente se encuentra procesado por el triple crimen y quedará detenido hasta el juicio. La relación del detenido con su padrastro, según informaron familiares en diálogo con este medio, no era buena. ¿Fue ése el detonante? Quizás.
El 26 de enero, a la vera de la ruta 11 y 644, en el barrio La Nueva Hermosura de Berisso, policías del Comando de Patrullas encontraron a Fernando Zermoglio (44) tendido boca abajo a dos metros de su Chevrolet Corsa gris, con sangre en la boca y la nariz y un tiro en el hombro derecho. Estaba muerto. Su padre, Mario Zermoglio (74), se presentó en la escena e identificó al cuerpo, aportando que “era adicto a las drogas, estuvo preso y podría tratarse de un ajuste de cuentas”. Pero el avance de la investigación permitió conocer la cruda verdad. El hecho estaba filmado y en las imágenes “se ve cuando el fallecido llegó al barrio, se bajó del coche y abrió una hoja del portón de hierro (de la Nueva Hermosura); cuando estaba por abrir la otra apareció el padre, le disparó un escopetazo y se fue”, aseguró un pesquisa. El jubilado terminó por confirmar la autoría y relató una historia familiar dura, en la que Fernando -que tenía en su haber unas 20 causas penales- era protagonista principal. En los últimos años Mario se cansó “de comprar teléfonos porque su hijo se los robaba para venderlos, le sacaba plata para drogarse o emborracharse, había amenazado con matarlos (a los padres) y un par de días antes le habían quemado en La Balandra el auto que Mario le había comprado para que lo trabajara como remís”.
En tanto, el último crimen sucedió el primer día de marzo en 29 entre 41 y 42 y todavía se encuentra en pleno proceso de investigación. En un inmueble de esa cuadra las autoridades se toparon con una cruenta escena: una mujer se encontraba tirada boca arriba sobre el cuerpo de su esposo. Ambos presentaban heridas de bala y estaban con vida. En un acta de procedimiento incorporada a la causa se lee que en medio de su agonía y mientras una sargento de Policía le practicaba maniobras de RCP, el hombre le dijo “fue mi hijo”. Guillermo Marcelo Bertolotti tenía ocho orificios de bala en la espalda y el tórax y murió poco después. Su pareja, Nancy Santoro (62) sobrevivió a los cinco impactos de bala y al ser consultada por los oficiales aseguró que “no vio nada, que fue como si tuviera electricidad en el cuerpo”. Luego “quedó en estado de shock”, informó una fuente judicial.
“Cuanto más se indaga a familiares, amigos y vecinos, menos asidero adquiere la posibilidad de que haya habido algún tipo de pelea en el seno de ese hogar”, agregó un investigador. Esa postura se condecía con los testimonios de vecinos y allegados a la familia, quienes aseguraban que “Nacho es un chico buenísimo, un pan de Dios y familiero”. El sospechoso, por su parte, alegó en un principio que la balacera ocurrió en el marco de una supuesta entradera y qué él intentó asistir a sus padres.
El estudio de dermotest y la pericia balística a las armas secuestradas en la escena del crimen fueron determinantes para dar por tierra con esta hipótesis: tenía pólvora en sus manos y de su pistola Taurus 9 milímetros salieron los proyectiles que dieron contra sus padres. ¿El motivo? Un misterio.
ESTADÍSTICAS
Según información de la Procuración bonaerense, los últimos datos por denuncias que terminaron en el fuero de familia alcanzan los 164.962 en todo el territorio provincial. En La Plata el número fue de 11.989, tan sólo por detrás de Morón, La Matanza, Lomas de Zamora y Moreno - General Rodríguez.
Los tipos de denuncias, ordenadas de mayor a menor, son como sigue: psicológica o emocional 95%; física 36%; económica o patrimonial 7%; ambiental 5%; sexual 2%; restricción a la participación social 2%. En tanto, en lo atinente al vínculo de la persona en situación de violencia con el/la agresor/a los datos relevados permiten apreciar que el 42% de las personas que sufren violencia es por parte de su expareja, el 16% respecto del conviviente, el 12% filial y a manos de otro pariente el 10%.
Por último, indica que “más de la mitad de los casos presentó un nivel de riesgo alto y altísimo cuando la persona afectada tenía un vínculo con la agresora de hasta cuarto grado de consanguinidad (52%) o filial (50%); el riesgo fue medio y moderado en relaciones de pareja (52%) y en otros vínculos (47%) y bajo, que alcanzó su máximo porcentaje en relaciones fraternales (17%)”.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE