Lluvia de carbón de coque y Covid-19, una combinación que enciende alarmas en barrio Campamento

Los vecinos aseguran que al haber estado tantos años expuestos a un polvillo negro que atribuyen a la planta Copetro se encuentran en total desventaja con respecto a los vecinos de otros sectores de la Región ante la posibilidad de recuperarse si contraen coronavirus  

Vecinos del Barrio Campamento se comunicaron en las últimas horas con eldia.com para dar cuenta de la situación que están viviendo por una nueva lluvia de carbón de coque al tiempo que manifestaron su temor por los efectos que podría tener para quienes residen allí contraer Covid-19. 

Julieta, una vecina que envió un video a eldia.com en el que se ve a su marido barriendo un polvillo negro que atribuyen a la planta Copetro, manifestó que se sienten en total desventaja con respecto a los platenses, berissenses y ensenadenses que viven alejados de esta planta. 

"Por años estuvimos sometidos a respirar este polvillo y sin duda tenemos una marcada diferencia con respecto a los habitantes de la Región en lo que respecta a la capacidad pulmonar. Hay estudios que señalan que el aire está contaminado pero cada vez que reclamamos al Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible nos aseguran que todo se encuentra dentro de los niveles normales" explicó. 

Como se viene explicando desde que se registró el primer caso de Covid-19 en el país, además de fiebre alta esta patología genera severas complicaciones en el sistema respiratorio. A grandes rasgos lo que se produce es una obstrucción de las vías por lo que se requiere respiradores artificiales para que el infectado pueda recuperarse.

Ante esto, Julieta precisó que los vecinos de la zona dan por descontado que un contagio de coronavirus para alguien que vive en Barrio Campamento significaría un proceso de recuperación más extenso que el de cualquier otro habitante. 

"Cuando el viento cambia empieza nuevamente la lucha con este polvo. Ojos rojos, narices tapadas, congestión, dolor de garganta, manos sucias, son todos síntomas que sufren los vecinos ante cada vendaval. Estamos a la merced del viento cuando deberíamos estar a la merced de las autoridades" señaló Julieta. 

El reclamo por las emanaciones en el barrio Campamento lleva décadas. Sólo que en los últimos años, con obras en el interior del establecimiento para evitar que las partículas de carbón se esparzan por el aire, se redujeron las ocasiones en que voló ceniza.

Los primeros reclamos vecinales, por contaminación del medio ambiente -que alcanzaron la instancia judicial- comenzaron en 1982, cuando distintos frentistas comenzaron a denunciar problemas en su salud que vincularon a “nubes de hollín que se desprenden de la fábrica”. Llegaron a plantearse más de 150 demandas contra la firma.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE