“Estamos con incertidumbre, no se sabe qué va a pasar acá”
Edición Impresa | 14 de Abril de 2020 | 01:29

Por WALTER EPÍSCOPO
En las últimas semanas hemos ido recorriendo por estas páginas el presente de muchos deportistas que en estos momentos se encuentran por el mundo desarrollando su actividad. Lo concreto es que en la mayoría del planeta por el coronavirus la pelota ha parado (con excepción de Bielorrusia y Nicaragua) y la incertidumbre crece a medida que pasan los días por que lógicamente no hay certezas para la vuelta de la actividad. Diego Nicolaievsky tiene 26 años (cumplirá los 27 el 20 de abril venidero) y un pasado en Gimnasia donde llegó a debutar en Primera División de la mano de Pedro Troglio.
“No se sabe cómo seguirá todo acá. Se habla de que el torneo se puede suspender definitivamente”
Diego Nicolaievsky,
Jugador del Hapoel Marmorek
El zurdo, desde hace 3 años consecutivos que juega en Israel y ha sabido moverse bien en un lugar muy especial y donde la religión es muy particular, pero confiesa que todo funciona perfectamente. “Tuve la suerte y la posibilidad de jugar tanto en clubes árabes como judíos, ya jugué en cuatro equipos y en todos compartí plantel conjugadores judíos y árabes, con extranjeros cristianos... La verdad que en ese sentido todo es muy abierto en los clubes. No son muchos los clubes que por ahí no tienen ningún árabe o no tienen ningún judío. Obviamente que los clubes más árabes tienen más jugadores árabes que judíos y los equipos judíos más futbolistas judíos que árabes, pero siempre hay varios jugadores de las otras religiones. Acá no hay lugar ni siquiera para una discusión por religión, tal vez por algo futbolístico, pero por algo religioso no”, comienza contando el volante. Por eso ya no le sorprende que algún compañero en determinado momento se detenga y se ponga a rezar en el lugar que sea. “Es normal que pase eso y creo que son cosas que te hacen crecer”, expresa.
Hoy defiende la camiseta del Hapoel Marmorek, elenco de la Segunda División, que está en la ciudad de Rejovot a 20 minutos de Tel Aviv. Tampoco el idioma es un impedimento a esta altura: “En lo que se relaciona con el fútbol lo entiendo prácticamente todo. No me puedo comunicar al cien por ciento, pero me manejo con el inglés y mis compañeros cuando no entiendo algo me lo traducen en inglés”, señala.
La pandemia paralizó todo de un momento a otro y el fútbol allí no fue la excepción. “Fue un momento de incertidumbre porque no sabíamos cómo iba a seguir esto. Nosotros nos enteramos en un entrenamiento un día antes de un partido que íbamos a jugar que se suspendía todo el fútbol. Se venía hablando, pero fue de un día para el otro que se tomó la decisión, la verdad fue todo muy rápido. Así que desde la otra semana nos dijeron que no teníamos que ir a entrenar tampoco y que nos teníamos que quedar guardados. Nos dieron un plan de entrenamiento, así que estamos en esa etapa, esperando novedades para ver cómo seguimos pero por ahora acá está todo parado”, dice Diego.
El jugador no está solo en el departamento. Lo acompaña Tatiana, su novia, y la mascota de ambos, Enzo, un perro que lograron llevar a fin del año pasado. “Personalmente estoy bien, pero estamos con incertidumbre, no se sabe qué va a pasar acá. Todavía no está muy claro cómo va a seguir esto. Se habla que se puede llegar a suspender el torneo definitivamente y que arranque ya la temporada que viene de nuevo. Se decretarían algunos ascensos y no habría descensos, pero esto no está ni confirmado ni definido”, cuenta. A la hora de hablar directamente del coronavirus, dice, “la situación con respecto al virus acá está controlada. Hay más de 4 mil casos, está creciendo entre 500 y mil casos por día, aunque de gravedad no son muchos y muertos hay pocos. En ese sentido creo que lo están llevando bien”.
Como todos, cumple con la cuarentena en su casa y no puede dejar de pensar en el futuro. “Son momentos de incertidumbre, no sabemos qué va a pasar, tampoco sesi me quedaré y deberé planificar la temporada que viene acá o si nos volveremos para Argentina. Ahora no queda otra que estar adentro del departamento, mucha comunicación con la familia y entrenando todos los días porque no sabemos qué va a pasar y si el torneo vuelve o no, por lo que hay que estar preparado. Tengo un espacio afuera para hacer algunos ejercicios, no es muy grande, pero alcanza para estar activo”, comenta.
Lógicamente, durante la charla no queda afuera Gimnasia, el Club que le dio la chance de debutar en Primera. “Guardo los mejores recuerdos de Gimnasia. Y desde acá lo sigo eh... lo sigo siempre, grito los goles y siempre deseándole lo mejor al Lobo que obviamente me dio los mejores años que tuve en mi carrera. Es una alegría enorme poder ver al Diego ahí. Sería un sueño poder conocerlo algún día cuando esté de vuelta por allá. Obvio que deseo lo que todos los Triperos desean, que es poder quedarse en Primera y que Diego se pueda quedar mucho tiempo ahí porque revolucionó la Ciudad, revolucionó el Club e hizo enloquecer aún más a toda la gente del Lobo”.
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