En la Región cerraron al menos el 30% de los súper chinos, pero algunos ya hacen delivery
Edición Impresa | 15 de Abril de 2020 | 01:42

ESTEBAN PÉREZ FERNÁNDEZ
Los supermercados chinos que operan en el Gran La Plata decidieron aggiornarse a la realidad del coronavirus y la cuarentena de un modo particular: bajar las persianas “hasta nuevo aviso” aunque algunos de ellos operan solo en modo “delivery” bajo conducción propia, es decir, no por empresas que se dedican a esto vía aplicaciones sino con reparto propio y solo a clientes conocidos, mientras que otros siguen abiertos, pero en horarios restringidos.
Fuentes del sector le explicaron a EL DÍA que ya hay al menos un 30 por ciento de los 160 comercios comandados por ciudadanos de esta nacionalidad que cerraron u operan bajo esta modalidad en La Plata, Berisso y Ensenada.
Tal como adelantara este diario, desde el sector ya se empezaba a gestar un cierre importante de estos comercios de cercanía por motivos múltiples, fundamentalmente vinculados a la cuarentena derivada de la pandemia por el COVID-19.
Los primeros en bajar la persiana bajo el cartel de “vacaciones” o “por reformas” fueron algunos de la periferia, pero también los ubicados en zonas céntricas optaron desde principios de mes por cerrar la atención al público o limitarla al delivery “hecho por sus propios dueños”, agregaron a este diario asesores de los comerciantes.
“Estamos instrumentando el cierre formal por vacaciones y la continuidad de su actividad solamente con delivery a los clientes”, explicaron.
Los primeros que colgaron el cartel de “cerrado por vacaciones” casi de un día para el otro lo hicieron casi a la par de otros supermercados chinos del Conurbano y CABA. La tendencia, afirman, se expandió en algunas de las más de 8.000 bocas de expendio que tienen en todo el país este tipo de autoservicios.
Pero la novedad que surgió es que –en general- el delivery es “solo para clientes conocidos” en nuestra Región y por teléfono, explicaron asesores de los comerciantes chinos. Y también la restricción horaria. “Nosotros sugerimos que atiendan cinco horas de corrido”, explicaron las fuentes, pero la mayoría hace más, aunque en general se recortó el horario de cierre, que operaba en algunos casos hasta las 21.30 a 22 y hoy se achica a las 19 o 20 o incluso más tempranos, según la decisión del propio dueño.
Según explican, uno de los fundamentos que aceleró el cierre, parcial o total “pero temporal”, según aclaran, es que los comerciantes chinos funcionan con un sistema de proveedores y stockeo que no estaría garantizado en este contexto de cuarentena, por eso se reacomodan a una operatoria nueva, que los lleva inclinarse por la modalidad “delivery”, un método de venta no utilizado en este tipo de comercio antes de la pandemia.
MOTIVOS
Las causas de este recorte en horas y cambio de modalidad de atención son múltiples y ya se nota en el Gran La Plata una merma en la cantidad de bocas de expendio disponibles de autoservicios “chinos”. Entre la comunidad, asegura que la causa principal es el miedo al contagio al coronavirus, ya que muchos de ellos tienen familia en China y poseen información de lo que ocurre en ese país con el coronavirus, con epicentro en la ciudad de Wuhan. La ciudad de Fujian –de la que provienen la mayoría de los chinos residentes en el país- está a una distancia no tan grande (700 kilómetros) si se la compara con el tamaño del país, que en kilómetros cuadrados solo es superado por Canadá y por la suma de toda la Antártida.
Las fuentes que dialogaron con este diario explicaron que los chinos resaltan el buen trato que reciben en nuestro país, aunque esta pandemia parece haber desatado algunos actos de xenofobia que no cayeron nada bien entre la comunidad y, en especial, entre los comerciantes que trabajan día a día en contacto con el público en comercios de cercanía. Aseguran que, en general, las redes sociales fueron el epicentro de los insultos y declaraciones racistas contra los ciudadanos chinos que residen en Argentina.
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