Coronavirus en la primera trinchera: se multiplican los contagios entre médicos
Edición Impresa | 17 de Abril de 2020 | 02:36

La ecuación es sencilla y tiñe de temor cualquier análisis: si quienes tienen que velar por nuestra salud son los primeros en enfermarse, el futuro a corto plazo asoma preocupante. Y no es pesimismo sino reflejo de lo que se viene registrando en eso que muchos llaman “la primera trinchera”, es decir los centros de salud. Mientras ayer se conocía el noveno caso de un profesional del Hospital Gutiérrez de La Plata y se confirmaban 13 casos de coronavirus entre médicos y enfermeros del hospital Belgrano de San Martín, otros 53 casos llegaban desde dos clínicas porteñas, el Hospital Italiano y el Sanatorio de la Providencia. Así, lo que parecían alarmantes excepciones pasaron a ser una regla que, al correr de las horas, se torna cada vez más inquietante.
En lo que hace a nuestra ciudad, el noveno caso confirmado en el Gutiérrez corresponde a una mujer que cumple funciones en el sector de gineco-obstetricia, donde se contagiaron el resto de los profesionales y que actualmente se encuentra cerrado.
Claro que la situación acaso más dramática de contagios entre el personal de salud se vivió ayer en el Sanatorio de la Providencia, donde se confirmaron la existencia de 34 casos de coronavirus entre el personal de salud. Entre los enfermos, por el momento no se reportaron casos graves, y el 70% permanece asintomático. Según trascendió, se esperan resultados de los test a otros trabajadores de ese centro médico para ver si la cantidad de infectados es aún mayor.
De acuerdo a la investigación epidemiológica que se llevó a cabo, se sospecha que el brote dentro de la institución se produjo con una paciente que ingresó por una cirugía de columna el 13 de marzo y luego desarrolló un cuadro de neumonía. Allí se sospechó de COVID-19, cuando la definición del caso consideraba a un viaje reciente desde el exterior. “Fue entonces cuando se la aisló y fue hisopada, dando finalmente positivo. Dicha investigación está en curso para determinar el nexo epidemiológico de la paciente”, aclararon desde el ministerio de Salud de Buenos Aires.
Las autoridades de la clínica habían sido capacitadas con los protocolos sanitarios para el COVID-19 por el Ministerio de Salud. “El caso del Sanatorio de la Providencia no hace más que recordar la importancia de reforzar todas las medidas de protección dentro de las instituciones de salud y los cuidados personales que debe tomar cada uno de los ciudadanos”, indicaron las autoridades sanitarias porteñas.
Con respecto al hospital Belgrano, donde como se dijo se confirmaron 13 casos de coronavirus, ayer la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud (Cicop) bonaerense reclamó medidas urgentes para extremar la protección del personal de ese nosocomio de la localidad de San Martín ante el contagio por coronavirus de 13 trabajadores.
La Cicop, que representa a 13 mil trabajadores de la actividad en los 80 hospitales públicos bonaerenses, informó ayer que “el Belgrano atraviesa una preocupante e importante crisis sanitaria”, y sostuvo que ya fueron confirmados 13 contagios que podrían llegar a 20, según un comunicado de prensa gremial.
Al mismo tiempo, fuentes gremiales del Hospital Italiano informaron ayer que en la sede central de ese sanatorio se habían registrado 19 casos de coronavirus entre los empleados. “Lo que nos indigna es que desde hace dos semanas denunciamos la falta de insumos para la protección del personal. Esto es negligencia”, apuntó Lilian Moretti, subdelegada general del Italiano, y detalló que entre los afectados habría cuatro médicos (dos de guardia), un trabajador del área de farmacia, siete enfermeras de terapia intensiva y cinco empleados administrativos del laboratorio.
Horas más tarde, el Italiano emitió un comunicado en el que no confirmó este detalle pero sí señaló que “tres colaboradores se encuentran internados con evolución satisfactoria y los 16 restantes se encuentran con seguimiento en su domicilio, cumpliendo con el período de aislamiento definido en los protocolos vigentes”. El hospital también aclaró que sólo dos de los casos positivos “habían asistido en forma directa a pacientes con enfermedad confirmada”, un tercero tuvo antecedente de viaje y los 16 restantes “fueron contagios por otros motivos”.
En lo que hace al sanatorio privado La Providencia, desde la Comisión Interna denunciaron que los contagios en este centro se produjeron por “negligencia”, debido a que sus responsables no suministraron al equipo los insumos básicos de protección.
“Hasta el momento, el Sanatorio de la Providencia confirmó 34 casos de COVID-19 de su personal de salud. No se reportaron casos graves y el 70% permanece asintomático”, precisó ayer el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, y agregó que “todo el personal contagiado ha sido debidamente licenciado y se encuentra desde el primer momento bajo monitoreo por parte del equipo de Epidemiología del Ministerio”.
Según los responsables de la cartera sanitaria porteña, dada esta situación, “la capacidad operativa de la institución se vio severamente disminuida. Se fue cerrando progresivamente un piso de terapia intensiva, luego otro de clínica y por último, el de la unidad coronaria. Hay también restricciones en guardia y la admisión”. Ayer, varios pacientes de obras sociales que eran atendidos allí fueron derivados al Centro Gallego de Buenos Aires para evitar así mayores contagios.
“De acuerdo a la investigación epidemiológica que se llevó a cabo, se sospecha que el brote dentro de la institución se produjo con una paciente que ingresó por una cirugía de columna el 13 de marzo y luego desarrolló un cuadro de neumonía considerándose allí sospechoso de COVID-19, cuando la definición de caso consideraba aún un viaje reciente desde el exterior. Fue entonces cuando se la aisló y fue hisopada, dando finalmente positivo. Dicha investigación está en curso para determinar el nexo epidemiológico de la paciente”, señala el escrito de Salud de la Ciudad.
Estos casos, se sabe, no hacen más que poner en evidencia un problema que se viene replicando en todos los países donde golpea el coronavirus: la infección del personal sanitario. Hasta el momento el 10% de los infectados en el país son médicos o personal que trabaja en esa área, según datos de la Sociedad Argentina de Infectología. En el mundo, entre el 10 y el 15% del personal sanitario termina contagiado por el coronavirus.
Frente a este panorama, el reclamo de médicos y enfermeras se vuelve un lugar común que apunta a lo mismo: la escasez de Equipos de Protección Personal (EPP) para protegerse del virus.
A la hora de hacer un repaso de las carencias, los propios médicos detallan los faltantes: barbijos quirúrgicos de buena calidad, máscaras faciales para cuando no haya una barrera con vidrio o acrílico, antiparras, cofias, camisolines y algunos etcéteras más.
“Si esto no cambia -advierte Marta Márquez, presidenta de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP)-, vamos a tener más situaciones de infectados en su lugar de trabajo, algo que no debería suceder cuando aún no hay gran cantidad de pacientes para la atención. Es urgente que se convoque al Comité Provincial de Crisis con la participación de los gremios, un compromiso que el ministro de Salud provincial asumió la semana pasada, pero no se concretó”.
Hasta ahora, el 10% de los infectados en el país son médicos o personal que trabaja en esa área
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE