Joven acusado de parricidio, a un paso del juicio oral

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La defensa del acusado Ignacio Bertolotti, el joven de 28 años detenido por el crimen de su padre y de haber intentado asesinar a su madre en una casa de La Loma, no recurrirá la prisión preventiva del procesado, quedando de esa forma firme la resolución que dictó el viernes el juez de Garantías Guillermo Atencio.

Así lo informaron ayer voceros judiciales, quienes revelaron que ahora el próximo paso será el requerimiento de elevación a juicio oral y público por parte de la fiscalía que investiga el hecho, a cargo ahora del fiscal Martín Almirón, quien subroga al titular de la fiscalía 5, Juan Mennucci, que está de licencia.

También precisaron que con la preventiva firme el acusado seguirá detenido, debido a las resoluciones adoptadas en el ámbito del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), en la Alcaidía Roberto Pettinato, en Olmos, aunque le correspondería ir a una cárcel común. En tanto, la defensa aguarda que se le realicen al procesado una serie de pericias psiquiátricas y psicológica, con la intervención de peritos de parte, prueba que será incorporada a la hora de elevar el caso a juicio.

También explicaron las fuentes que el detenido, que se encuentra alojado en una celda individual con asistencia psicológica permanente de parte del SPB, recibe sólo la visita de su hermana y su novia y la de sus abogados Walter Gisande y Ezequiel Olgiatti. Bertolotti está detenido desde la madrugada del lunes 2 del mes pasado.

Cerca de las 22.45 del día anterior, según los testimonios obtenidos en la causa, el arquitecto platense Guillermo Bertolotti (60) recibió 8 disparos y murió; mientras que su esposa, la docente Nancy Santoro (62) fue alcanzada por cinco proyectiles y salvó su vida de milagro. Antes de morir, el arquitecto le alcanzó a decir a una mujer policía que le practicaba maniobras de RCP: “Fue mi hijo”.

La madre del imputado, luego de estar varios días internada y recibir asistencia psicológica, declaró en la causa que ese día estaban en la casa sólo su hijo y su marido. También precisó que no vio a otra persona y que cuando se produjeron los disparos su hijo estaba en el baño.

En la escena del hecho la policía secuestró dos armas, una pistola 9mm. y un revólver 22. Las pericias balísticas indicaron que los proyectiles hallados en los cuerpos de las víctimas salieron del cañón de la pistola, propiedad el imputado y cuyo estuche estaba dentro del auto con el que llegó a la casa de sus padres, en 29, entre 41 y 42, detallaron fuentes del caso. Otra prueba contra el acusado es que las pericias demostraron que tenía restos de pólvora en sus manos.

 

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