Un caso en la alcaidía de Romero, cerca de los acusados por el asesinato de Fernando

La preocupación en el sistema carcelario venía incrementándose en las últimas horas con la aparición de un caso de coronavirus en la alcaidía de Melchor Romero, más visible últimamente por tener entre los detenidos a 8 imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa.

Según se informó, los jóvenes de Zárate fueron trasladados a fines de marzo desde el penal de Dolores con la finalidad de realizarles en La Plata estudios psicológicos y psiquiátricos en el marco de la investigación penal y como parte del trámite de evaluación de la concesión de la prisión domiciliaria, que solicitó su defensor. Las restricciones de movimientos por la pandemia les impidieron volver a la cárcel de Dolores, donde tenían particulares condiciones de detención: todos en un mismo espacio, con baño propio, pero sin salida al patio, por las tensiones que generaba su presencia (y la acusación que pesa sobre el grupo) con los otros detenidos.

El Romero, igual que los demás presos, sumaron preocupación por la detección de Covid-19. Desde el SPB se busca llevar tranquilidad, aclarando que el guardia de 46 años enfermo no tenía contacto con los internos.

Como se sabe, los acusados de Zárate están alojados en celdas de a dos y no se cruzan con otros presos porque usan el patio en horas distintas.

La detección del caso, no cambió la organización, ni las condiciones de detención del grupo.

Ayer se explicó que en la alcaidía se aplican las medidas generales, basadas en acuerdos con los detenidos sobre recaudos sanitarios y aumento de las tareas de desinfección a partir de la provisión oficial de elementos.