Brasil, 10 mil muertos, luto y alerta regional por el avance del virus

Tantos decesos y más de 156.000 contagios hacen crecer la tensión dentro y fuera del país. El impacto sobre Paraguay

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Brasil superó los 10.000 muertos por coronavirus y se consolida como epicentro del brote en América latina, mientras que el presidente Jair Bolsonaro sigue desoyendo recomendaciones de autoridades sanitarias de evitar aglomeraciones e incluso dijo que este fin de semana hará un asado para decenas de invitados. En ese contexto, el Congreso decretó luto oficial por tres días en tributo a los fallecidos por el COVID-19 (quedan prohibidas todas las celebraciones, conmemoraciones o festividades). Y hay alarma entre los países de la región, especialmente en Paraguay, por el avance galopante del virus.

Frente a esta situación crítica, el papa Francisco llamó por teléfono al cardenal Odilo Pedro Scherer, arzobispo de San Pablo, el estado más afectado por la pandemia, a quien le expresó su preocupación por el número de pacientes y la pérdida de vidas humanas. “Expresó su cercanía y solidaridad con toda la población de San Pablo y dijo que rezaba por nosotros. Pidió transmitir su bendición apostólica a todos”, dijo el Arzobispo.

También, una corte de tercera instancia, el Superior Tribunal de Justicia de (STJ), suspendió una decisión judicial que obligaba al Presidente a divulgar el resultado de las pruebas de coronavirus a las que fue sometido en marzo.

El presidente del STJ, João Otávio de Noronha, dejó sin efecto un fallo judicial, confirmado en segunda instancia, que determinaba la divulgación pública de los resultados de los test de Bolsonaro, después de que el periódico O Estado de Sao Paulo solicitara los exámenes del jefe de Estado por tratarse de un asunto de “interés público”.

Noronha acató, sin embargo, un recurso de la Abogacía General del Estado que pedía que se respetara la privacidad e intimidad de Bolsonaro, alegando que los datos e informaciones solicitadas no dicen respecto al ejercicio de la función como presidente.

El mandatario, quien suele menospreciar la gravedad del coronavirus, se ha negado a entregar sus estudios médicos porque considera que se trata de un asunto “privado”, aunque llegó a insinuar que podría haber contraído la COVID-19 y no haberse dado cuenta.

En las últimas semanas, Bolsonaro vulneró constantemente las recomendaciones de las autoridades sanitarias de evitar aglomeraciones al participar en diversos actos callejeros e incluso llegó a sugerir que hará un asado este fin de semana para “unos 30 invitados”.

Cuestionado sobre las muertes a causa del coronavirus en el país, el líder ultraderechista se negó a contestar a los periodistas.

Brasil, volvió a registrar el viernes una cifra récord de 751 decesos diarios por coronavirus y ayer llegó a los 10.656 muertos, mientras que los contagiados superan los 156.000.

Río de Janeiro, el segundo estado brasileño más azotado por la pandemia del coronavirus, inauguró un hospital de campaña construido en el mítico estadio del Maracaná, que será destinado a la atención de pacientes con COVID-19 en estado de gravedad.

El hospital, que operará en el área externa del estadio, fue construido en 38 días y ya presenta 170 del total de 400 camas que tendrá.

Paraguay lo sufre

Mientras, en Paraguay, uno de los países con menores tasas de contagio y muertos por coronavirus en la región, se informó que de los 101 nuevos casos registrados, 99 vinieron de Brasil, país al que el presidente Mario Abdo Benítez calificó como “una gran amenaza” por su masivo brote de COVID-19.

“Con lo que vive Brasil, ni pasa por nuestra cabeza abrir la frontera con Brasil. Brasil es, tal vez, el lugar donde haya mayor expansión del coronavirus en el mundo y eso es una gran amenaza para nuestro país”, manifestó el presidente paraguayo.

Abdo Benítez ordenó reforzar la frontera paraguaya con mayor presencia militar para evitar la entrada descontrolada de brasileños o connacionales que no respeten el aislamiento.

 

 

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