En medio de la pandemia, mete la cola la política

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El presidente Alberto Fernández visitará hoy las provincias de Santiago del Estero y de Tucumán en un viaje que significará el primer recorrido del mandatario por el interior del país desde el inicio del aislamiento por la pandemia de coronavirus.

Ambas provincias, hasta el momento, parecen haber desarrollado eficaces políticas para contener el virus. En la primera se han registrado solo 22 casos y en la segunda, 42.

Alberto F. se enfrentará en Santiago del Estero a una situación más que particular. Es que allí, hace apenas 48 horas, se decidió el cierre de las rutas 16 y 89 para impedir el paso de vehículos y personas desde la vecina provincia del Chaco, donde la pandemia crece de manera incontenible. Ayer, en el territorio gobernado por Capitanich se sumaron 35 nuevos contagios, lo que llevó a 660 la cantidad de infectados.

No hubo, hasta el momento, pronunciamiento alguno del Presidente sobre decisiones como la adoptada por el gobernador Gerardo Zamora en Santiago del Estero. Como tampoco las hubo cuando Rodríguez Saá, en San Luis, adoptó medidas similares, ahora levantadas.

En la Provincia de Buenos Aires hasta ayer se debatió en los niveles más altos una posible “restricción” del tránsito entre Capital y Conurbano, con una propuesta que incluía, según reconocieron infidentes, hasta el corte de la autopista Buenos Aires-La Plata. La moción, por cierto, fue rápidamente descartada.

Cortar, aislar, impedir el paso o cercar, aparecen como las primeras respuestas ante el temor por el avance de la pandemia. Respuesta rápida, podría decirse, que la política encuentra ante el justificado miedo de la gente. ¿Pero es lo más efectivo?

La política empieza a meter la cola en medio de la pandemia y más allá de los justos reclamos y de los temores de la sociedad, a los cultores de los cierres y de los bloqueos se les podría recordar que, seguramente, les rendirá más frutos acordar políticas y objetivos comunes entre distritos vecinos.

De lo contrario se corre, por cierto, el peligro de que los egoísmos de la grieta, esta vez, se terminen pagando en vidas.

 

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