Cómo restaurar muebles

De madera, metal y aglomerado, cada uno tiene una técnica especial, pero todos pueden reacondicionarse en casa

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Es muy fácil dar un look nuevo a muebles viejos pintándolos. Quien quiera mejorar la decoración de su hogar, debería empezar por los muebles clásicos de madera.

También se puede pintar el metal, pero que en el caso del plástico es un poco más difícil, dado que la superficie es muy lisa y por eso la pintura no se adhiere bien.

Pero también en el caso de los muebles de madera hay materiales diferentes y una gran variedad de barnices y pinturas. ¿Qué hay que tener en cuenta?

PREPARAR LA BASE

La madera se puede pintar tanto en bruto, o sea, si está sin tratar, como encima de una pintura vieja. Lo importante es que la base sea firme. Eso significa que si la pintura ya empezó a descascararse, es mejor lijar todo.

Si la capa de pintura es muy fina, en general alcanza con pulirla un poco. En el caso de una superficie más grande puede ser de ayuda una lijadora, pero para una silla o una mesita de luz en general basta con utilizar papel de lija.

Cuanto más lisa está la base, mejor quedará la pintura nueva. Los expertos en restauración recomiendan lijar por partes: comenzar con un papel de grano 120 y luego utilizar uno más fino de grano 180 o 220. A continuación, limpiar bien el polvo del mueble, por ejemplo, con un paño viejo de algodón. Eso hace que la pintura se adhiera mejor.

ACRÍLICOS

Las superficies coloridas se pueden preservar a través de un barniz, un esmalte o una laca, porque permiten ver la base. Los tres procedimientos existen con base al agua o al disolvente.

Las pinturas acrílicas al agua son especialmente fáciles de utilizar. Tienen un olor menos intenso y las herramientas de trabajo se pueden lavar con agua, destaca Hermann. Muchas de estas pinturas ya vienen con la base integrada.

TRABAJAR EN UN ENTORNO LIMPIO

Antes de comenzar a pintar cómodas y armarios, es mejor quitar las bisagras. El entorno debería estar limpio y bien ventilado. Lo mejor es trabajar en un garage o con las ventanas abiertas. En un jardín puede pasar que una mosca se pose en la pintura fresca o que caigan sobre ella polen u hojas de los árboles.

En los muebles sin tratamiento muchas veces hacen falta varias capas de pintura. La primera mano se da pasando ida y vuelta en cada tramo sin demasiada pintura.

PULIDO INTERMEDIO

Tras una capa de pintura muchas veces las fibras de la madera se vuelven a acomodar, por lo que puede ser necesario un pulido intermedio. Para ello, se puede lijar, luego limpiar el polvo y luego recién dar otra mano de pintura.

Quienes pintan en sus casas suelen hacerlo con un rodillo o un pincel. Para objetos más grandes tridimensionales puede ser apropiado utilizar una pistola para pintar.

Cuanto más lisa está la base para reacondicionar, mejor quedará la pintura nueva

 

Para renovar un mueble, no hace falta comprarse todo el equipo completo. Muchas herramientas pueden pedirse prestadas a vecinos o amigos.

Pero si de todas maneras sólo se consiguen pinceles viejos y gastados, es mejor pasar el pincel una o dos veces sobre el papel de lija, para que los pelos sueltos se salgan.

Quien utilice un pincel pequeño y redondo no necesita vaciar la lata de pintura en otro envase, sino que puede mojar directamente allí. Pero para que no se pegue todo y la lata luego se pueda cerrar, es aconsejable cubrir el borde con cinta.

AGLOMERADOS

En el caso de muebles de prespan o aglomerado, se recomienda pintar varias capas, ya que así se logra un resultado óptimo. Para ello, primero hace falta una base que impida manchas indeseadas. Las irregularidades se pueden eliminar con algún relleno. Luego, se puede pintar sin problemas. (DPA)

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