Dr. Héctor Buschiazzo
Edición Impresa | 24 de Junio de 2020 | 03:20

El fallecimiento de Héctor Omar Buschiazzo, un destacado médico y hombre de ciencia que realizó importantes estudios vinculados a los medicamentos esenciales, causó una profunda consternación entre quienes valoraron su obra.
Nació el 23 de enero de 1934 en Bahía Blanca. Se mudó a La Plata para ingresar a la facultad de Medicina de la Universidad Nacional de la Plata, de la que egresó en 1960.
Interesado por los aspectos sociológicos de la medicina, fue un apasionado por la investigación básica y trabajó junto a Bernardo Alberto Houssay, quien lo guió para conseguir una beca en los Estados Unidos.
De vuelta en Argentina, y tras un paso en la Fundación Leloir, ganó un concurso como profesor titular de Farmacología en la Facultad de Medicina de la UNLP. En esa actividad se dedicó a su segunda pasión, la de los medicamentos.
Dejó el país durante la última dictadura militar y regresó en 1982, a raíz de un ofrecimiento de la Federación Médica de la provincia de Buenos Aires (FEMEBA) para idear un formulario de medicamentos basado en el concepto de medicamentos esenciales, algo innovador para la salud pública argentina. Desde ese momento comenzó su vínculo permanente con FEMEBA.
Desde la cátedra de Farmacología desarrolló un Programa de Uso Racional de Medicamentos para IOMA, que sirvió luego de modelo para numerosas obras sociales. Junto a los titulares de otras cátedras del país fundó el Grupo Argentino del Uso Racional del Medicamento, que enfoca al uso de los fármacos desde todas sus dimensiones, no sólo científicas sino también sociales, económicas y políticas.
Años después asumió como decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNLP y, cumplido el mandato, retornó a la cátedra de Farmacología.
En el plano internacional integró y presidió el DrugUtilization Group de Latinoamérica, con los mismos ideales sobre la independencia de la industria farmacéutica.
Fue impulsor de la garantía del acceso a los medicamentos para toda la población y del uso del nombre genérico. En ese contexto, colaboró en numerosos proyectos de ley y políticas provinciales.
Al jubilarse como docente continuó con su actividad en FEMEBA y en el Centro Universitario de Farmacología. También realizó trabajos de investigación y dictó conferencias.
Estaba casado con Perla Mordujovich, el gran amor de su vida y con quien cumplió su deseo de formar una familia; fruto de la relación nacieron sus hijos Silvia y Alejandro.
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