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LAS HORAS

Sara Alicia Canestri expresa: “Después de pasar el día vigilando mi huerta, persiguiendo hormigas y caracoles, cocinando, tejiendo, leyendo, hablando por teléfono con mis hijos y mis amigas, llega el atardecer. Esa es la hora en que suelo desplomarme física y emocionalmente. Por suerte hoy, cuando llegó ese momento, que por lo general es el momento de ver televisión, sintonicé, por casualidad una vieja película: Churchill. Supongo que la habrán proyectado en memoria de los 80 años del milagro de Dunkerque’. Instantáneamente, ese abatimiento que sentía se me pasó, sólo escuchando el discurso de ese hombre, que aún en sus horas más oscuras, nunca dejó de proyectar cómo serían las siguientes horas, una vez terminada la guerra. Creo que no soy la única que siento lo que siento. Pero aunque la guerra la tenemos, a Churchill no”.

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