Cuando el COVID-19 entra en el hogar: claves del contagio entre convivientes
Edición Impresa | 19 de Julio de 2020 | 01:51

Omar Giménez
ogimenez@eldia.com
La novia de Maximiliano Margiotto llevaba dos días con síntomas parecidos a los de un resfrío fuerte cuando él se levantó una mañana con un intenso, persistente, dolor de espalda. Poco después se sumaron a ese cuadro la fiebre, la tos y, en última instancia, la dificultad para respirar. Era en abril, cuando los casos de coronavirus no estaban tan difundidos en la Región y los médicos pensaron, al principio, que la pareja, que vive en la misma casa, tenía dengue. Más tarde llegó el diagnóstico de COVID-19 y Margiotto y su novia vivieron más de un mes de aislamiento hasta que la enfermedad quedó definitivamente atrás. Ahora Margiotto, que es músico y tiene un negocio de venta de alimentos para mascotas, se pregunta si hubiera podido prevenir el contagio de haber tenido antes su pareja el diagnóstico de coronavirus: “es difícil. Son muchas las cosas que se comparten en una casa y el virus es muy contagioso. Hay que tomar precauciones extremas y estar atentos siempre”, dice.
La historia de Maximiliano se parece a la de tantos platenses que se contagiaron el coronavirus de algún familiar conviviente que a su vez, lo había contraído en la comunidad. Un tipo de contagio sobre el que advirtieron recientemente referentes sanitarios, en momentos en que la cantidad de casos aumenta en la Región.
Así, y partir del análisis de los primeros mil contagios que se produjeron en la Ciudad, una de las conclusiones que sacan desde la Secretaría de Salud de la comuna es el fuerte impacto que tiene ese tipo de contagio en la Región: a pesar de que los datos duros hablan de que la mayor cantidad de infecciones en la Ciudad se producen por transmisión comunitaria (más del 55%)), “si se analiza detenidamente la característica de esos contagios se advierte que se trata en buena parte de transmisiones intradomiciliarias o que se producen en un mismo ambiente de trabajo, lo que habla, mas que de una transmisión comunitaria, de contagios entre contactos estrechos”, le dijo a este diario recientemente el titular del área Enrique Rifourcat.
Claudio Cardoso es director ejecutivo de la Región Sanitaria 11 y coincide con esta apreciación. Indica que, cuando se hacen los operativos para detectar casos en los barrios “claramente encontramos familias enteras afectadas o con varios miembros contagiados. Hemos comprobado que se registra una altísima contagiosidad entre los convivientes”.
Si bien existen centros de aislamiento para casos positivos que no tienen en sus hogares las condiciones propicias para aislarse, una de las situaciones que se ven con frecuencia es que “el positivo permanece asintomático durante 48 horas antes de presentar los primeros síntomas y en ese lapso es muy probable que otros miembros de la familia estén expuestos al virus y se contagien. En estos casos lo que se hace es aislar a las familias enteras”.
Pero los operativos, en este sentido, arrojan también otro dato importante: y es que hay familiares que, aún expuestos al virus, no se contagian.
En ese marco, una de las claves a la que apuntan los especialistas es al estudio de esos casos, que podrían dar alguna clave con relación a la inmunidad frente a la enfermedad, según indicó a este diario la secretaría de Salud de la comuna de Ensenada, Mariana Estévez.
En ese sentido, un estudio en el que trabaja la facultad de Ciencias Exactas de la UNLP en el Barrio Cabezas podría aportar respuestas para esa y otras preguntas a partir del testeo serológico de poblaciones con el objeto de detectar anticuerpos específicos del COVID-19.
Estos estudios servirán para establecer diferentes marcadores epidemiológicos, como la caracterización de la circulación viral, identificando a pacientes que hayan cursado la enfermedad de manera asintomática, los niveles de protección inmunológica adquirida como consecuencia de la circulación viral, y la población que teniendo anticuerpos sea identificada como potencial donante de plasma. Esto último, por iniciativa de los propios vecinos (ver página 17).
En todOs los sectores sociales
Aunque el fuerte impacto del contagio intradomiciliario se nota en los operativos que se realizan en los barrios populares, Claudio Cardoso destaca que se trata de un fenómeno que atraviesa a todas las clases sociales.
“Si tuviéramos que considerar a un grupo como más expuesto en materia de contagios, ese es el que está integrado por los convivientes con la persona infectada en la comunidad ”, dice Cardoso.
Para Mariana Estévez, también el contagio domiciliario es uno de los de mayor impacto.
“Por lo general, cuando hacemos testeos en un barrio popular lo que nos encontramos es que si testeamos al integrante de una familia y da positivo, después son varios los que registran el mismo resultado. Por lo común, de cada cuatro personas que se testean en una familia, tres se contagiaron”.
Cómo prevenir
En ese contexto el momento del ingreso del virus a una casa plantea un serio desafío. Evitar el contagio a los otros miembros de la familia exige un protocolo estricto que incluye el aislamiento de la persona infectada dentro del propio domicilio y una serie de medidas que tienen que tomar todos los miembros del hogar, dicen los especialistas y aparecen en el material de difusión que distribuye, por caso, la municipalidad de Ensenada en los operativos de detección.
Entre otras pautas, indican que el paciente tiene que estar solo en una habitación con ventilación adecuada y con la puerta cerrada.
Si no puede tener un baño exclusivo para él, hay que limpiar el baño compartido en profundidad con lavandina luego de cada uno de los usos que se le dé. Y esa limpieza debe atender a cada elemento, desde los sanitarios a la grifería.
Todos los elementos que usa el afectado ( termómetro, toallas, vajilla) tienen que ser de su uso exclusivo y lavarse por separado.
Es recomendable que los convivientes no salgan a la calle y que los alimentos los lleve un tercero hasta la puerta de la casa.
El paciente debe contar con un teléfono para avisar ante la aparición de cualquier síntoma.
Aún en el momento en que el paciente recibe el alta hay que tomar medidas de prevención: se debe hacer una limpieza profunda de la habitación y el baño con detergente y lavandina, dicen los expertos.
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