Millonario asalto a un matrimonio de jubilados en su casa de Ensenada
Edición Impresa | 26 de Julio de 2020 | 05:51

A esta altura de la pandemia y del aislamiento queda en claro que la de los asaltos en viviendas, con sus dueños adentro, es la modalidad más recurrente en los últimos meses, así como la “nueva normalidad” del tapaboca se acomodó muy bien a los planes de los delincuentes. “Ninguno se saca el barbijo”, ironizó un jefe policial consultado sobre el tema.
Eso usaban, además de capuchas, los tres sujetos que en la madrugada de ayer se metieron en una casa de Ensenada y sorprendieron a un matrimonio italiano que estaba descansando, a quienes ataron a la cama para revisar cada rincón de la casa sin interrupciones y con todo el tiempo del mundo. Según contaron allegados a las víctimas, permanecieron en el lugar “por más de una hora”, antes de huir con “los ahorros de toda la vida” de la pareja: unos 30 mil euros; 20 mil dólares, una suma importante en pesos y joyas valiosas.
El caso pudo tener un desenlace parecido a los que también tuvieron como víctimas a jubilados y fueron noticia nacional esta semana en Mar del Plata o en Quilmes.
Es que el dueño de la propiedad tenía tres armas de las que los intrusos lograron apropiarse antes de que el hombre se despertara.
El asalto sucedió minutos después de las 2 de la mañana en una propiedad de Presidente Perón entre Bossinga e Independencia, en el centro de Ensenada, donde hay una conocida casa de aberturas y la finca de los dueños.
Tres ladrones vestidos con ropas oscuras ingresaron primero por los fondos, para luego colarse en la vivienda a través de una pequeña ventana. Tenían barbijos, capuchas y linternas con las que iluminaron su deambular por los ambientes antes de apuntarle a las caras de José, de 70 años y a la de su mujer, de 67, arrancándolos directamente del sueño.
Aunque en el reporte oficial no consta, allegados a las víctimas aseguran que las ataron a la cama mientras pedían la entrega de dinero en efectivo.
Un rato después se apoderaban de los ahorros del matrimonio, sus anillos y cadenas de oro y las armas: un revólver calibre 32 largo, y dos escopetas calibre 16, detallaron las fuentes consultadas por este diario.
Los delincuentes se fueron poco después de las 3, tras irrumpir también en el negocio y sustraer herramientas.
Una vez que lograron zafar de las ligaduras, las víctimas se comunicaron con sus parientes para pedirles auxilio. Estos llamaron a la policía.
Tanto José como su mujer (recientemente operada de una rodilla) salieron ilesos de la experiencia, aunque traumatizados y con bronca.
Los investigadores ya analizan el material registrado por las cámaras de seguridad apostadas en las inmediaciones, en procura de obtener imágenes que ayuden a identificar a los responsables.
En la comisaría Primera de Ensenada se abrió una causa caratulada “robo calificado”, bajo la instrucción de la fiscalía de Autores Ignorados.
Trabajaron en la escena peritos de Policía Científica.
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