Necesidad de contar con más cuerpos de bomberos en la Región

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Siempre se ha puesto de relieve en esta columna que los cuerpos de bomberos voluntarios brindaron y siguen brindando señalados servicios a la sociedad, enfrentando y resolviendo emergencias de toda índole, prestando ayuda a las comunidades que los reconocen como propios y, en suma, convirtiéndose en referentes del progreso de distintos vecindarios. También se han reflejado, en cada ocasión en que ello ocurre, las inquietudes vecinales traducidas en reclamos para tener su propio cuartel de bomberos.

Este el caso que ocurre ahora con vecinos de Parque Sicardi y de Villa Garibaldi, que vienen realizando activas gestiones por contar con un cuerpo de esas características, en lo que resulta ser una verdadera movilización que ha logrado ya la obtención de un lote para asentar al futuro cuartel, que fue donado por la Parroquia San Pedro, de Villa Garibaldi, ubicado en 650 y 23.

Lo cierto es que la iniciativa, de concretarse, beneficiaría a unos 40.000 pobladores de ambas localidades, a las que se sumarían las de las cercanas poblaciones de Correas y Arana. Se consignó que uno de los principales fundamentos del proyecto vecinal es que en la actualidad el cuartel de bomberos más cercano se encuentra a 12 kilómetros de distancia, en Villa Elvira.

Las fuentes añadieron que ya disponen también de once bomberos capacitados en Magdalena, en cursos realizados por la Federación Bonaerense de Bomberos Voluntarios; cuentan con uniformes y equipamiento que donó el cuartel de bomberos de Bariloche y con la posibilidad de conseguir una autobomba, además, claro está, del decidido apoyo vecinal.

Señalaron asimismo que la iniciativa enfrenta algunas trabas administrativas en el área de Defensa Civil provincial y del ministerio de Seguridad, que debe otorgarles la operatividad pertinente. Una vez resueltos esos trámites, dijeron, abordarían el tema de la compra de la autobomba y la construcción del inmueble para que sea sede del cuartel.

A grandes rasgos, no puede sino enfatizarse acerca de las reiteradas y riesgosas intervenciones de los cuerpos de bomberos voluntarios en siniestros de magnitud, en los que exhibieron, en cada oportunidad, el coraje, la eficacia en el accionar y el espíritu solidario de sus integrantes.

Son múltiples las situaciones creadas que obligan a estos cuerpos a realizar operativos de rescate o, inclusive, de evacuación, en problemas que oscilan entre los de pequeña magnitud y en catástrofes resonantes, como lo hicieron, en esta última alternativa, con la recordada explosión del buque San Blas, en estallidos como los del Florentino Ameghino, los siniestros simultáneos de los buques Cutralcó, Islas Orcadas y Fray Luis Beltrán y del petrolero Astra Sol, entre otros.

Desde luego que, asimismo, estos cuerpos intervinieron en muchas y graves emergencias, especialmente en la Destilería YPF, brindando allí su heroica asistencia operativa y, en otros incidentes, facilitando las dramáticas evacuaciones que debieron realizarse en las graves inundaciones ocurridas en las últimas décadas.

La ocasión resulta, por cierto, propicia para exaltar el servicio absolutamente indispensable que prestan los cuerpos de bomberos voluntarios. Por ello es que es de esperar que las localidades de Parque Sicardi y Villa Garibaldi, así como las de Correa y Arana –asentadas en una zona en donde son frecuentes los incendios de campos- cuenten con un cuartel de bomberos voluntarios que, además, se podrá integrar, y así consolidar, a la estructura de defensa civil de nuestra región.

 

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