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Al revés

Raquel Saffores expresa: “En toda sociedad con elevado grado de civilidad, sus habitantes ocupan los puestos de trabajo demostrando habilidades, capacitación y recursos, compitiendo por igual hombres y mujeres, sin necesidad de leyes que impongan cupos por género. De ese modo no ofenden o niegan la inteligencia de la mujer o de nadie. Sólo se valoran las aptitudes, las trayectorias, los antecedentes. En una Argentina de sainete criollo, de vodevil, hay que considerar el ‘miti miti’: tres puestos para ellos, tres para ellas, tres para elles porque así lo disponen las leyes de ‘paridad’ de nuestra Argentina del revés, incoherente y desequilibrada.  Pobrecitas nuestras neuronas femeninas, ya no serán necesarias”. 

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