Amenazó a una empleada y a dos clientas de un negocio céntrico y escapó con la caja

Fue en un autoservicio que está en 8 y 55. Afuera lo esperaba un cómplice en una moto. El dueño llegó en su auto y salió a perseguirlos

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Se acercaba el final de la tarde del martes, cuando la empleada de un autoservicio que funciona a metros del edificio de los tribunales -en 8 entre 55 y 56- atendía a una de las dos clientas que estaban frente a la caja para pagar las mercaderías que iban a llevar.

Hasta ahí, una situación de rutina en el autoservicio situado en 8 y 55, pero que se alteró por completo faltando 10 minutos para las 19.30 de anteayer y quedó registrado por las cámaras de seguridad.

El responsable de esa circunstancia fue un delincuente que aprovechó el barbijo para ocultar la mitad de su cara sin levantar sospechas antes ni después de ejecutar el robo, perdido entre el resto de gente que usa esa medida de protección en estos tiempos de pandemia. Este hombre tenía, además, un revólver con el que les apuntó a las tres mujeres mientras -como si hiciera falta- les decía que se trataba de un asalto.

“LE DI LA CAJA COMPLETA”

“Fue exactamente a las 19.19 de ayer (por el martes), cuando había dos clientas haciendo la cola para pagar y entró este ladrón con un revólver”, contó a este diario Maira (33), mientras se encontraba al frente de la caja registradora, igual que 24 horas antes.

Casi al mismo tiempo que irrumpió en escena, el delincuente comenzó a exigir que le entregaran la recaudación. “Enseguida pidió `la plata, la plata’ y agarró a una de las clientas y la llevó hacia el fondo”, recordó Maira.

Asustada y preocupada por lo que pudiera hacer el asaltante, la joven optó por no correr riesgos, priorizando que el delincuente se fuera cuanto antes.

Por eso, explicó, “le di la caja registradora completa”, en cuyo interior calculó que “había entre 2.000 y 2.500 pesos”.

Seguramente el maleante habrá supuesto que habría un monto muy superior, pero para no perder tiempo la tomó y, de paso, antes de irse del local sustrajo de arrebato un celular.

“Fueron 20 segundos, enseguida salió a la vereda y se subió a la moto donde lo esperaba un cómplice”, consignó después la empleada.

La casualidad hizo que justo en esos instantes llegara en su vehículo el propietario del autoservicio, quien apenas supo lo que acababa de ocurrir, salió en persecución de ambos motochorros. Pero al cabo de algunas cuadras de no visualizarlos, desistió -con bronca y frustración- de continuar la búsqueda.

Maira rescató que, al menos, “a las clientas no les robó”, aunque todos, las mujeres, ella y otro empleado que estaba en un sector distinto del negocio, sufrieron un susto grande.

Cabe indicar que el autoservicio dispone de mecanismos disuasivos contra la inseguridad, ocho cámaras de video y un sistema de alarma, pero al delincuente le bastó con menos de medio minuto y un arma para cometer el atraco y huir antes de que llegara la Policía.

TAMBIÉN EN UNA PANADERÍA

También motochorros, pero a las 7 de la mañana de ayer, asaltaron una panadería del barrio Altos de San Lorenzo. El episodio ocurrió en 16 entre 80 y 81, donde se vivieron momentos de fuerte tensión dado que, según informó la Policía, hubo un forcejeo previo a que los ladrones escaparan con la recaudación.

 

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