De sospechas, retruques y batucadas

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Los investigadores encabezados por la fiscal Cecilia Corfield presumen que esclarecer aquella entradera ocurrida a principios del 2020 en 29 entre 32 y 33 ayudaría a cerrar decenas de asaltos parecidos, en viviendas donde hay ahorros, con ladrones fuertemente armados y con algo de ropa policial, en vehículos veloces y de alta gama para huir sin riesgos. En su indagatoria del jueves pasado, que duró tres horas y media, Domingo Arévalo no aportó datos vinculados con esos hechos, si no que adjudicó las acusaciones a su rol como titular de la Asociación de Taxistas, Peones y Choferes de La Plata.

En su extenso alegato anunció, entre otras cosas, que recurrirá al Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) para que investigue a quien investigó los ingresos de uno de sus hijos, Domingo, alias “Noni”.

Su otro hijo, “Tete” está en la mira desde febrero, cuando lo investigaba el fiscal Álvaro Garganta, aunque entonces su planteo para la detención quedó sin efecto al no litigar en la Cámara de Apelaciones. Unas semanas más tarde esa causa la tomó Corfield y volvió a la carga contra el dueño del apodo que le dio nombre a la banda a la que le adjudican decenas de entraderas y asaltos con botines millonarios, aunque formalmente sólo está procesado por el de La Loma.

La indagatoria del jueves pasado fue acompañada desde la calle con una ruidosa manifestación de taxistas y amigos de Arévalo padre. Y los rumores que circulaban ayer era que el mismo sector prepara una movilización todavía más nutrida (se hablaba de barras) para cuando trasladen a “Tete” a las fiscalías de 7, 56 y 57.

 

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