El comercio aún da pelea

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Nicolás Picón 

@njpicon

Durante las tres primeras semanas de agosto, desde el Laboratorio de Desarrollo Sectorial y Territorial de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNLP se llevó a cabo la segunda onda de encuestas a los comercios platenses, que se realiza trimestralmente. El trimestre enero-marzo fue atípico, con una primera parte de relativa normalidad y 15 días corridos de aislamiento durante marzo. En dicho momento desde el Laboratorio se decidió postergar la encuesta e incluir el mes de abril para proyectar un panorama de lo que depararía la extensión de la cuarentena. Los resultados fueron abrumadores: en abril la actividad frenó en seco, con pérdidas acumuladas en torno al 70%. Durante el segundo trimestre las restricciones a la circulación fueron relajándose y la Ciudad pasaba de fase 1 a fase 3 de cuarentena, lo que trajo cierto alivio a los comercios que poco a poco comenzaban a abrir sus puertas. Sin embargo, durante julio ante el aumento de casos positivos de COVID se decidió retroceder en las medidas de relajación de la cuarentena y es en este contexto que desde el Laboratorio consideramos oportuno retrasar nuevamente la encuesta para incluir este mes.

Los resultados muestran para el trimestre abril – junio una caída de ventas del 42% en promedio respecto del año anterior. Los rubros que más sufrieron el impacto del aislamiento son los relacionados a la vida social, como Cines y Turismo, con pérdidas de ventas totales; también Servicios Personales sufrió una caída de ventas muy alta respecto del promedio, en torno al 73%. No obstante, el sector que más aportó a la caída (más de la mitad de la misma) fue el comercio de textiles y prendas de vestir. Durante julio, y a pesar de las restricciones reforzadas en la circulación, el comercio platense comenzó a repuntar. Aún con caídas de ventas en términos reales del 31% respecto del año anterior, las mismas no fueron tan pronunciadas como las del trimestre, señal de existencia de cierta luz al final del túnel.

El empleo también empezó a mostrar señales positivas, julio fue el mes en que finalmente dejaron de perderse puestos de trabajo en términos globales, con sectores como el de informática y comunicaciones que se dinamizaron. Con mediana resistencia a pedir ayuda al gobierno y de la mano de la explotación de los nuevos canales de venta que brinda la tecnología, con cautela el comercio platense se reinventa y hace su aporte para encontrar la salida a la profunda crisis que viene padeciendo.

* Mg. en Finanzas Públicas. Coodinador IAELap (FCE. UNLP)

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